Lazos de sangre en nuestra oscuridad
uc
l. Su nombre es Lucían, Alana insistía en que tenía mis mismos ojos. Lo cual dudaba, sabes que son un rasgo único de nuestra familia. Había visto algunas fotos del niño, pero no se veía bien
n entender-. Nada, que cuando llegamos al hospital, estaba la abuela por parte de madre allí. Entr
uándo tuvis
su amiga, esta había ido al apartamento a buscar algunas cosas. Mi novia me preguntó para qué, pero debía confirmar todo antes de hablar. Así que
piso de la sala la chica estaba a punto de ser violada. -Deje
que lo
iba a matar-. Después de que logramos calmarla, conseguimos convencerla de que fuera a la policía e hiciera una denuncia. Le tomaron pruebas y escucharon toda la historia, buscarían al hombre y le aconsejaron no andar sola por su seguridad. Yo
pequeño. No es bueno que sepa la verdad aún. -Asentí-. En fin, el niño estaba mejorando, siempre me mantuve informado, mas, nunca la molest
entendie
risa. A su lado, un niño que es idéntico a nosotros cuando éramos pequeños, con nuestros mismos ojos, s
cree que soy el padre del niño, el futu
, el solo pensar que está sola, allá af
dónd
corto comunica
los a mi lado. Pueden correr peligro con esos ojos, tú mejor
¿Cómo harás pa
s volaron. Gracias, hermano, porque sin ti nunca me hubiese enterado
Damar. Pero al menos yo solo tengo que preocuparme por un enemigo, mientras que tú debes hacerlo p
n mi vida. ¿Lucían? -Él asintió sonriendo-. Qué casualidad, casi lo llamo como
leer y escribir con solo cuatro añitos, en
buj
l palo tal ast
Qué extraño se me hacía todo, pero no por eso dejaba de sentir un calor e
a
adre se dio cuenta en cuanto lo conoció. Dice que es la viva estampa de su nieto -sería al revés, pero qué importa-, que es imposible no verlo, asegura que
o a mi trabajo y le he dicho a mi madre que voy a desaparecer. Ella no está de acuerdo, dice que mi vida