Dividida entre dos amores: El secreto de la mariposa azul.

ajas de vino que su padre p

duda, esa era la única razón para que siguiera pensando en lo sucedido, ni el recuerdo de aquel hombre, ni

a ser t

ella de vino con la que, está vez sí, ahogar en alcohol el recuerdo de un hombre que parecía haber decidido arraigar en s

ta que Chiara acababa de abrir encontrándolo a punto de ll

artamento, barriéndolo con la mirada con cierta expresión de asco en el rostro para luego caminar

í, en mi edificio hay un par de depart

a de un edificio de clase obrera con vigas de madera vistas, a ella le encantaba porque era muy grande y tenía una gran parte del sitio dedicado a sus cuadros, pin

da mano, decidiendo no seguir en esa conversación que ya habían tenido muchas veces con

a idea de salir, cerrando para caminar hasta la alfombra con cojines alrededor, que tenía en un rincón a

rien fue suficiente para recordar lo que siemp

antes de estar allí, años atrás en Europa, habían estudiado en internados hermanos, aunque el

d, quién lo mantuvo en el internado suizo en el que se había criado hasta los 18 y según lo poco que sabía de su situación legal él administraba s

ensación de que esa era una de las razones de que prefiriera Columbia, la otra era que Harvard estaba a unas 4 horas de Nueva York, en cambio, en Columbia podía seguir yendo a dorm

casa.— Se quejó Adrien, con aquel marcado acento francés, mientras miraba bien el lugar en el

ez de Edward — pidió ella sonriente mientras abría una de la

anto

l ve

maron exactamente a la vez y volvieron a reír tapando el sonido del cristal con sus risas para luego beber un poco cad

7 años de mal

ni siquiera

el recuerdo de aquel beso la golpeó de nuevo, las ganas de volver a saber

, sabiendo solo con verla que le es

echo…— tomó un Maqui de atún con los palillos y después

, cuéntamelo

ía en la boca y luego se acomodó bien sobre uno de los cojines con

cho que íbamos a criti

Edward es idiota todos los

ía de mis nuevos guardaespaldas y conocí a

ero cuenta detalles, no te acepto ese resumen!— se desespe

re ha puesto para seguirme… — Bebió un poco más de vino y procedió a

ces no sabes

entras el chico se levantaba para caminar hasta la nevera y bu

tejado sin ni siquiera saber su nombre, porque te parece más romántico, no volver a saber de él? — abrió la bote

¡O

o de puertas para afuera, pero al meno

, lo acabo de conocer y ni s

vida y tú has cortado la posib

servía en las dos copas el vin

ocer a nadie ni enamorarme.— Bebió un poco aprovechando para pensar y lo miró a los ojos.— Imagínate lo difíc

ió su amigo — Hablo de sexo ¿O seguirás siendo virgen hast

y añadir — No, no la es, pero igualmente ese hombre

encontrado ¿Tal vez seguía en el hotel? Negó rápidame

ieras lo

omodó mejor en la alfombra quedando tumbada para observarlo y escuchar atenta, la histo