Venganza tras Renacimiento
-Cristina
se conformó
s a c
tía un poco
erándome para
platos extra picantes que había so
onmovida, hacía mucho tie
Navarro llevó a Cristi
no, Don Na
Gonzalo. No dejaré
sabían que Gonzalo no
ro todas ellas fueron apartadas a golpes por Gonzalo y varias de
ndo las mujeres oían su n
istina fue porque en Ciudad Viento era la única mu
la puerta de la hab
y ancha y sintió que era dema
avarr
istina, será tu espo
e volvió y n
ró en silencio y
habla con
Don Navarro salió e in
lo se movió con una fría y severa aura asesina
a cabeza, apretó e
s pu?os de los dos hombres con un aura d
an fuerte como la de un hombre y al haber cambiado
ivó rápidamente y con cierta destreza, le agarró la corbata, ti
e nuevo, con todo su cuerpo apretado con
olo yo puedo cu
para él y este f
i temió ser estrangul
ene
edientes feroces a su comida
a de Cristina, y su man
o una antorcha y
elo a un cadáver si t
ía acostarse con la mujer para curar el vene
nte despiadad
dificultad, pero sonr
?eres tú o soy
en su nuca, era un instrume
a, no muy diferente a las mujeres qu
ente salvaje
eza y sus labios rojos
tal te dio una desi