Esposa Virtuosa
, las lujosas arañas que colgaban del techo estaban sucias y con las bombillas rotas, la alfombra persa estaba manchada
egreso, sin embargo, al notar el estado físico de su padre sent
miliano White al descuido. Su ritmo cardíaco se agitaba al pensar que podría trata
uevo esta mansión, mi hogar, que ahora luce deplorable. -Anastasia e
abrieron con exaltación. Nunca recordó que en
ia salió con un termo de café casi a los s
lta. -Anastasia se negó y explicó que
su brazo a Francia que permanecía de pie a su lado-. De v
arte del mundo, no necesariamente en Europa. -Anastasia nunca estuvo a gu
cer, niña. -Anastasia se sintió furiosa por las palabras que su padre le expresaba con
certeza-. Mañana mismo iniciaré con cambios en esta casa. Eso de que en casa de herrero el cuchillo
so -reclamó Emiliano White algo alterado mientras se p
sta parece que algo grave te aqueja, fíjate que estás delgado y ojeroso. ¡Papá ese no es tu
lo permites tengo asuntos importantes que atender. Por favor dile a Malena
do el condado. Así que caminó hasta el estacionamiento y viendo entre la colección de
o, ahora que tenía licencia para conducir no podía aguantarse
Por lo tanto, en Europa hizo varios cursos de automotriz, soñ
lgunos cables, el auto encendió con facilidad. Se f
ra llevaba una camiseta oversize de color neg
nes a conducir por la ciudad. No iba a ningún lugar en es
**
a la taberna más cercana. Al verlo el cantinero le invitó
ntinero trajo dos copas de whisky y se las colocó al fre
ue lo llevaría hasta la mansión de Jhon Anderson Uriana, mientras conducía
ario de la ciudad. Estacionó el auto y subió las escaleras con rapidez, los emp
ino, dueño de esta c
a terraza, era un hombre alto, musculoso de piel bronceada
¡Entremos! -Jhon Anderson se quedó ex
conmigo un día como hoy? -i
, entremos por favor -suplicó White mientras se pasaba
o, es evidente que apestas a alcohol y no es
problema, ¡E
aquí en mi propiedad? -dijo Jhon Anderson caminando hasta un
uelto! -soltó
astasia se fue a estudiar era delgada y no tenía nada de gracia-. Recuerdo que la llevaban en una limosin
no... -Jhon Anderson lo interrumpió antes d
por donde entraste, viejo borracho. -Emilia
uve la culpa de nada? Pero no fue por eso que me acerqué a
o nada. -Jhon Anderson era una
ja. Usted se volvió un hombre sin s
le digas a mí no me incumbe. Más bien aprovecha y envíala de regreso. ¡Ya na
lada, ¿Cómo puedes tener el alma ta
rto modo estar agradecido, te salve de la ruina total. Yo solo hice un negocio al pa
viejo White y se burló a
algún día. ¡Lo juro!
ó mientras se daba la vuelta para irse a una de sus ofici
ada de su abogad
ir que esa malcriada es la hija del viejo White! Canta conmigo Maximiliano "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida". -Amb
rlos en tu poder, son unas joyas valiosas. -Jhon Anderson había pagado las deudas, pero había querido dejar todo como e
e al que no quiere caldo le sirven dos tazas. Ya le daremos la bienvenida a la Señorita White a
quiriéndose mis servicios el día de hoy, me re
ximiliano antes de trabajar para Uriana era un muchacho de bajos recursos con muchos sueños. Éste descubrió
todo planeado y ejecutado. Ahora
a. Sé que se va a sorprender, trátala con educación y no le menciones mi nombre, sé