TU TAN ARIES, YO TAN TAURO

el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las on

istoria, Aurora amaba esa parte, su país estaba lleno de tantas historias, de vivencias y de cultura, por eso había decidido estudiar aquella carrera, tenía guayabo mo

da vez que conocía se perdía en los detalles, en las texturas, en la historia,

hambre? — p

reía de su amiga, no se equivocaba, en Angelica todo se notaba, incluso su enojo y

se veía imponente, su decoración inspirada en los setenta llamó la atención de Aurora, se ve

o, no estaban vestidas para aquel lugar, ¿pero

dare empeñada si me tomo un agua — le re

si decides comerte una langosta al ajillo — le dijo con una sonrisa de oreja a oreja, le gustaba eso de ella, la libertad con

, sillas amarillas que tiraban hacia un toque mostaza, le hacían referencia a los 70´s, hermoso, la música suave era envolvente, era una combinación extraña que no dejaba de lado

a mujer muy hermosa les saludo, mi

sta vez la miro más a detalle, la luz de aquel lugar le favorecía, su cabello desaliñado realmente no se veía mal en ella, miro por primera vez a la acompañante de la chica, un

conocerla más, era interesante. Se levanto de su silla y camino hacia ella, ninguna de las chicas lo noto hasta que estuvo mucho más cerca

a se decidieron? — les p

de aquella mujer era realmente bella, dientes casi perfec

ra mí, pero no nos hemos

tra mesa hay espacio para todos? — les propuso, no q

ría un placer conocerlas un poco más, siento que sois muy auténticas y me

hizo igual, se dirigieron a aquella mesa, estaba nerviosa, pues el chico de cabello rojo la m

parece que hubiese visto al mismo enem

sentarse lo más alejada posible de aquel joven, pero para su mala suerte, había quedado frente a él, su mirada era penetrante y sus ojos miel un poco rojizo le maravillaron, parecía como se midieran, a

ablo y los hizo cambia

algo del menú? — les d

a con ají de maní, es realmente buena — dijo un

ta cartagenera, se ve deliciosa — dij

rando que Aurora aun miraba la carta, haciendo un

— dijo, rompiendo el silencio de la mesa,

Enzo, sonriéndole

co más — pregunto un joven que no había hablado hasta ahora, Gabriel, t

trario, Aurora no tenía afán de hablar sobre

años y soy bailarina profesional — les di

stura te delatan — dijo Gabri

u profesión toda la vid

nza es algo que sale de mi alma y me llena profundamente, no me veo haciendo otra cosa en muchos

ante entonces? — dij

color de pelo y de novio — re

ambiante? — pregunto A

veces no me gusta mucho — respondió mientras le

e modas y ahora estoy en busca de estudiar otra cosa

ya eres diseñadora?

uando tenía 17, era muy jo

termino de estudiar muy jove

res hacer esta vez?

comida estaba realmente bue

as?, es realmente dos cosas que no tienen mucha

drásticamente de carrera no es un rasgo

sin estar informado — d

puede contar historias de décadas, años, siglos y eso sí me parece magnifico, a eso me quiero dedicar, la arqueología no es diferente, indagar, buscar, exp

vista interesante

rrida de la moda, pero a mí me resulta maravilloso — dijo y algo en Aris se removió por dentro, no solo era una joven extr

abriel era maravillosos hablar con personas que tuvieran algo en el cerebro, era hijo de uno de los hombres más ricos n Europa, estaba acostumbrado a las mujeres que solo decían algo

dido algo con arequipe, le fascinaba, así que, olvidándose de todos

te perdieras y te alejaras de aquí — le preguntó, te

dice que es un tipo del espectro autista, es algo leve, he aprendido a convivir con eso, para m

do casi un médico pudo haberlo notado, pero como siem

soy un idiota — añadi

s parte de su ser — respondió e

s con aquello?

bastante complejo y muy relativo, no tengo problema en hablar del tema, pero si hay muchos prejuicios, has

a por primera vez se riera con él, una incomodidad se apodero de su cuerpo y p

vería como enfermedades, pues esto no limito la grandeza que tení

ella, con una sonr

Aris otra imagen de aquella joven