TU TAN ARIES, YO TAN TAURO

DN como existen estrellas en una galaxia promedio.

– Nei

que los estudiantes de países latinos no llegaran ni a mitad de carrera, era increíblemente cruel, despectiva y xenófoba, p

la se había encargado en aburrirlos, parecía que Aurora tenía carácter, era joven, veintitrés años, s

para esta beca — dijo aquella noche despué

oy seguro de haberle encontrado

llego de forma un poco agresiva, era una mujer

dió Michel, el hombre que había

falta de educación y su grotesca presentación — re

fine los alumnos por votación así lo haremos —

y con la mente volando, sabía que no debía haber dicho eso, tenía que moderar

fue? — pregu

debí decir lo que dije — respondió dándose un golpe en la frente

mero estas tú, la mujer es una idiota que, a estas alturas de la vida, quiere denigrar a alguien por su origen y color de piel, siempre habla, sin neces

o se dejó abrazar, necesitab

mantener la calma, no había recibido un solo corre

ron? — pregunto Angel

e yo — respondió mientras tomaba en control

debemos atraer, pensamiento positivo querida — le dijo para animarl

nte unas horitas —dijo y Aurora por primera vez ace

nos presente, yo invito — añadió Angelica, era para ce

mientras que Aurora se decidió por un vestido negro ajustado a su cuerpo, algo sobri

u cabello recién estilizado, sus rizos eran lindos, con un pa

de su cita en odontología, era hora de que se los retiraran, tre

de cine junto a su novio, Manuel saludo, siempre se veí

ue hace poco habían inaugurado, esperaba que no estuviese llen

la, estaba totalmente lleno, la fila era larga y lo

z llegaba más gente, Angelica le gritaba para que volviese, pero esta se sentía

uchar a su amiga, al bajar la escalera la salida estaba llena de gente intentando ingresar, la ansiedad se apode

pidió en forma de súplica, sentía

y abrirse paso, sus amigos ayudaron,

, como si así volviera a recuperar to

cera de la calle se sentó a su lado, la observó, esta tení

regunto él con bast

alidad, lo miro y asintió, trato de lim

ijo Aurora en

errado o tan lleno de gente, que hacía a

ayudo, gracias, fue muy amable — le dijo y se levantó, limpiando l

blar de aquella manera, no tenía por qué decirle aquello, se quedaron observán

tear por la calle, corrió para alcanzarla

ar ahí, no lo pensé Aurora, discúlpame

vamos a otro lugar — respondió y tomando su mano l

l le había gritado, lo hizo en voz

os, sacándolo de su nube y sin más, subió al coche, mirando po

cilla? — pregunto Al

me gustan las mujeres con clase y europeas, ya lo sa