a que no estaba muy conciente de lo que pasaba a mi alrededor. Solo esa cantidad de alcohol me sirvió
oso Matt, quarterback del equipo de fútbol y enfrente había otro que me llamó más la atención; su cabello era en tonalidades grises, casi tirando a negro y a juego
recordando rostros, tenía una mirada que podría dejarte en tu lugar y ese brillo extraño en sus ojos me daba cu
sa blanca que envolvía sus anchos hombros y torso, se veía todavía más grande e imponente cuando subía uno de sus brazos p
or hecho que le había ganado a la estrella de la noc
r como quedaría si me pu
r todo el alcohol que había ingerido de golpe; podría
momento y achine los ojos para no perderlo, pero se había alejado bastante de los presentes e incluso varias muje
obablemente tratando de detener su m
és de los animales
ando cayó en alguna par
mientras caminaba hacia ese rincón
on la espalda pegada a un sofá, pero se veía bien por sus o
con lo que probablemente era Whiskey y tequila. Le obligué con la poca fuerza que tenía a darse vue
i vida y el futuro médico era mi amigo, por lo que estar tra
ebiendo una botella de agua aún llevado del chi
ebía aba
on mi con
é decirle y me señaló sin si
idiota -respondí-
borracho y su mirada oscura cayó en mi; en un segundo mis piernas flaquearon y cada facción de su rostro se extrañó por mi presencia, pero me observó de pies a cabez
da o no me notase. Tenía un tatuaje al final de su rostro, llegando a su orej
ían la mi
pari
ndome desprevenida, ya que me envolvió con su
úteos y él, aunque estuviese para comerse los dedos, estuvo a punto de morir por un coma etílico por no saber controlarse y est
os en su rostro y el hombre
de observar todo lo que hacía; rodé los ojos y me alejé de allí. Ya no me quería volver a