que tenía enfrente, la cual se había sentado frente a pro
r las cuentas que debían ser necesarias para los gatos d
odía vivir con él y no era capaz de darme a vivir en otro lu
rincipio. No habían personas muy buenas rondando los alrededores y se acostumbraba a escuchar más los disparos de armas y discu
sobrevivir en un lugar así
lo que no se me había perdido
a estrechas relacione
es, me han dado poquitos trabajos ocasionales -aseg
idades, con la excusa de que no le daban trabajos, cuando en
mi abuelo no la hab
víctima de la vida, a la que nadie quiso, por qué por alguna razón q
reguntábamos
trabajo este mes, tendrás que buscar debajo de la
archarme a mi habit
la parte
studio no me permitía darme el lujo de trabajar en algo que no fuese a arri
a tener todo bajo control y no mas estab
importante y había sido el pilar para que yo pudiese establecerme bien en la ciudad. Tenía el espacio para estudiar, dormir; tenía donde llegar sin
con ese hombre que no podría jamás ganarse el hombre de padre y odiaba más el hecho de que ell
daría miedo qued
ra es
bamos, yo no ne
a satisfacer mis necesidades básicas, como todo ser humano, pero estaba totalm
guna vez m
amor de infancia y un
o de mi vida, al punto de temer a s
manos, cuando tenía todo sumamente detallado y lo qu
ada en una burbuja de joven, creyendo que
todo lo
or lograr mis metas; la conclusión de mi carrera solo era
ara dibujar y se me veían bien los diseños, por l
a demasiado y las calificaciones lograban definir
in poder dar a lo
i lamento cada vez quedaba más poco y no trabajaba; sobrevivía con parte de mis ahorros, el trabajo del abuelo,
aportaría nada y mi abuelo no sería capaz de deci
sola y que le pudiesen hacer
ar en la forma que el
se estaba aprovechando de la ingenuidad y amabilidad del
hija, después de que el
u
cado. Empezando por el hecho de que no tenía disponibilidad de tiempo, lo que me pondrí
que regresar a la casa a l
i misma y miré el reloj a mi lado, en el escri
n, ya que tenía que correr a la parada de autobús o llegaría t
l humor, que ni mi mejor amigo
escaleras abajo en el edificio, parecía estar volando entre cada escalón y se
z de alguien después de choarle el hombre al in
quítate -ordené, tratan
ra no pensar dos veces -señaló con una sonrisa de idiota en la cara, mientr
había querido ayudar de muchas maneras para que fuese un
o podía sa
y a terminar empujando por las escaleras -dije agresiva, ya que se me e
je. Solo soy amable -qu
ofrecerme esa cosa -bufé y me alejé rápidamente por la calle, rogando por
los autobuses que me llevarían a la universidad que para mí, lament
ontroladora, pero me
as cosas a la liger
dría reconocer ni siquiera mi mad
aba de mi parte y que debía perder minutos que pod
soportar personas con las que no podría lidiar, por qué la mayoría de ell
exas
za -comentó una voz que rec
seg
o si fueses a explotar -negó con la cabeza, como s
los
o de las personas un tanto intocables de la sociedad, por lo que se ganó mi amistad, si
la usaba solame
vivía con cosas ilegales, cada quien en lo suyo, pero no
quería volar alto, pero a cambio de Christian, quien le gustaba conforma
ara -lo miré fijamente, tratando de hacerle ver q
gó lo que tenía en las manos y lo guardó en una pequ
s ojos
de persona me v
de brazos, mientras
que mi jefe me dió una última advertencia la vez pasada -
guen los
ó su camino, dejando atrás el olor q
edio de transporte se dignó a llegar y
úsica y escribir historias en las notas de mi celular; capítulos que luego subí
tras, sabía de donde provenían y por qué eran escritas; nadie s
estar más lejos de la realidad; empezando por qué plasmaban el mundo bajo donde yo vivía c
o y leído en miles de documentos e historias contadas por personas de la vida r
eligrosas
para no dejar de hacer interesante lo que leí