UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
gue y estuve más tranquila, hablé con mi hijo, me discul
arme, sabÃa que no dependÃa de él, era solo un niño, que
ue se pueda comparar con uno de sus abogados, estamos en sus manos, perdóname por no poder ayud
mente, has sido la madre que un dÃa tuve y que prefirió echarme a la calle, con tu presencia me doy por bien servida, que estés aquà es d
a, la cual necesitaba mucho amor y apoyo, sus demostraciones afectivas
apaz de dar mi vida, de darlo todo, le dije que la amaba y me es
gustará nada, pero no tenemos más salidas, no tienes que hacerlo tú, solo debes estar conmigo, acompañar
empo, la respuesta es no, no voy a buscar a mis padres, no necesitamos su ay
o molestarlos, sé que no quieren saber de mà ni mi hijo, si asà fueran me hubiera buscado, es me
gas tú, hablaré con ellos, seré yo quién les pida ayuda, no te mencionaré, no sabr
idaste cuando Lyan tenÃa tres años, que estuvo a punto de morir, olvidaste acaso que fuimos a ellos en busca de
que una vagabunda cualquiera como yo no podÃa ser su hija, que no podÃan ayudarm
humillante de nuevo, antes
no conviertas tu vida en un infierno, porque eso será en lo que se converti
, déjame intentar convencerlo de ayudarte, por lo menos esta vez, sé que puedo hacerlo, déjame in
haciendo cualquier cosa por Lyan, yo haré cualquier cosa por ti, si tengo que
hombre al que no amas, que, por lo contrario, lo detestas, asà que quieras o no iré a la ciud
no voy a permitir que lo hagas, entiéndeme, no puedo permitir que te humillen de esa manera, los conozco. Tú los conoces y s
dré tolerarlo, además aquà en el contrato no dice que tenga que amar, ya lo he leÃdo y todo l
ionar con un abogado, también tiene un tiempo prudente para poder decirle la verdad Lyan, no está tan mal, pero no lo permi
por favor déjame intentarlo, ellos tienen mucho dinero, no pueden solo dejarte, e
os, mi hijo se estaba muriendo y nos les importó, tú crees que ahora que e
rio y no a valer la pena, no van a ayudarnos, gastarás tu dinero viajando a la ciudad, compr
n daño, tú te vendrás conmigo a donde yo vaya, no te dejaremos sola, nunca lo haremos, eres
a. Tú también deberÃas ir a descansar. Te amo y sácate esa idea tan absur
tes de que te dije para que puedas alivi
ntiré renovada después de eso, también te haré uno en los pies