Los cuatro hijos secretos del rey

se tensó al suponer que podía ser una espía de sus enemigos, pero luego recordó que estaban escritos en un idioma que era imposible que esa mujer su

sa mujer tan descarada y evidente que pretendía meterse en su cama de nuevo fuera como fuera ¿Tal vez debería

iento de aquella mujer y cerró la puerta, dejaría que sus hombres siguieran con la

dos haciendo que el rey cerrara rápidamente la pu

en que nadie entre en esta habitación, está totalmente prohibid

l reino donde había una confluencia de aguas curativas y termales que conf

te de él pudiera entrar en la zona termal, no quería

r nada para taparse si nadie lo veia? Además era mucho más placentero estar desnudo mientras dejaba que él agu

tes a disfrutar de los chorros del agua en su espalda, apoyando la cabeza

recer por el pasillo en el que ella se movía, haciendo que la joven entrara a la primera puerta qu

no de que allí había alguien más, la mujer cerró la puerta y se tiró a una de las piscinas por si su jefe se le ocurría mirar por

te, al ver aquella mujer tirarse con vestido

staba con el mismo hombre de la vez pasada, estaba muy avergonzada de habers

permitió atrayéndola sobre su cuerpo, haciendo que la

o estaba aquí, no ha dejado de buscarme y yo estoy ba

, acariciando los glúteos de la joven y pegándola más a él, hasta que ella se tensó al

sintiendo el miembro erecto de un hombre entre sus piernas y se sentía paralizada. Incapaz de escapa

enta seducirme debería hacerlo sin ropa, as

de seguir haciéndolo, se sujetó de sus hombros perdiéndose por un momento en su mirada, qué guapo era

a contra la suya, ella gimió nuevamente en cuanto él apretó

y contra la boca de la joven, a e

no podía seguir frotándose contra un hombre que ni siquier

er por la forma en que sus caderas se mecían rizandose cada v

a chica y habiendo que pasará las manos por sus pectorales — sigue, quiero sentir como disfr

e la chica lo estaba disfrutando por sus suaves ge

permitió siguió haciendo que se rozara contra su erec

o te corras n

ón de penetrarla, solo para estimular esa zona erógena mientras los roces y movimientos de ella con

voz ronca y sensual contra el pech

o el suelo por el que pasara lleno de agua, no le importó salir corriendo de la zona termal ante la atenta y confundida

sus rostros, aunque todo el que la vio pasar se quedó muy sorprendido por su a

s, si le pareció ver una cara conocida,