Los cuatro hijos secretos del rey

su hermana. No había podido salir, por su culpa y tuvo que trabajar la noche entera, ella siempre se di

entra la idiota

ra en el ala que le correspondía en el palacio haciendo faena de más o ayudando a alguna compañer

respuesta, abriendo habitación t

de las habitaciones y verla llorando, abrazada a sus

era que había manchado las sábanas de aquella habitación ¿Cómo e

olada por lo ocurrido hasta que su hermana llegó y se movió rápidamen

orar, dejando el colchón al descubierto para descubrir

regodeándose en el dolor de su h

ra todo, la que conseguiría un esposo pudiente y las sacaría de la pobreza ¿Qué diría su mad

ja, o eso creía, hasta que reconoció aquel anillo en la mesita de noche y se

ar nada, voy a guardar tu secreto y te voy a

lo que significaba ¿Quién no reconocería el emblema

ta hermana supo con quién perder su maldita virginidad esa noche y encima llori

estuvimos a oscuras todo e

ionar. No soportaba tenerla cerca, no aho

por algo así, anda busca con que limpiar el colchón. Debe haber algo en

acomodó la ropa rota como pudo y salió fuera. Donde habían quedado s

observó de arriba a abajo, vestida con esa ropa rota, su versión sería más creíble si

mi ropa y márchate a casa a

untó Maryam preocupada porque a su hermana le pudier

ió una dulzura y una preocupación que jamás había demostrado po

uando eso ocurriera, había tenido un golpe de suerte y no pensaba dejarlo escapar. Su hermana no se quedaría con lo que se merecía ella por aguantar to

e ella se había quitado, ahora solo debía esperar a que su suerte cambiara, a que el rey llegara y la hiciera su esposa o c

— El consejero del rey llegó ha

o y buscar a una joven que encontra

No sació su curiosidad, además su señor era el Rey, no tenía que dar explicacion

y algo que me haga saber que e

u pregunta acertada, no le había visto el rostro, por lo que no p

ota y mi anillo, deberás r

ligencia otorgada por su rey, encontrando a la joven, en la habitación indicada,

dotes interpretativas, sobre todo cuando se trataba de hacerse

fingiendo temor — lo siento, no d

spechas, lo que ya estaba claro había sucedido ahí— Deja todo tal como está… ya