Amigos con Derechos - Solo tú
mo siempre.» Apreté los puños cuando escuché como se caía algunos de
tido!, y ni que decir de mi abuela. La vez pasada partió la guitarra que él mismo me había regalado porque l
una muj
hada al escuchar la ofensa
on.
aron, ya no deseaba esto, lo detestaba
e nos casamos! ¡Eres mi
lla quién lo mantenía con su trabajo, y en ocasiones ha
papá! Pero en ese ento
piso y llegué a la habitación de mi abuela, el
ME LA
para comprar el regalo a Dyla
esperaban, fui a su refugio, nos quedamos sent
que hacer favores sexuales, ¿eso es lo que quieres?, que termine chupándosela a cualquier prod
quilo hijo, a
a ese señor en su sitio, a si solo tuviera diez años. Pronto cumpliré los
ero ahora me sentía grande, fuerte, corrí por el pasillo. Cuando me asomé por las escaleras vi el cuerpo de mamá en el piso con sangre en la ca
Él me quitó el bate, me lanzó dos puños en la cara, caí al piso, cu
ylan, co
se señor salió a perseguirme, pasé la calle y
ra original de la ciud
r! Este asunto eserdó
, me puso detrás de él y se encaró valiente a
ese bate, yo soy de
me tranquilizó, no sé por qué, el corazón lo tenía acel
l le dará una buena muñequera, y
, con leves pecas en su mejilla, eso sí, con unos ojos negros, muy lindos, gra
lo que le hace a mi madre. La niña no era bonita, como lo era Vicky, -ell
uilidad, esa niña llenó un vacío, su man
r! Usted no es deted, Aiko o Samanta llam
o cu
raza de la casa que estaba desocupada, sacó de
es enf
orturador recibía una paliza por
é hacer, mi ma
cían dos hoyuelos en esos rechonchos cachetes y su
idado, e
o, solo te estoy aplicando Isodine y te a
Disculpa, per
aba. El padre de la niña bodoque le seguía dando una buena paliza a la chingada de padre. U
te ll
la frente, después
Miller,
cuadras, espero se lo lle
ez Páez, vamos
a que devolverle la sonrisa de la misma manera, sincera. Lleg
era común este tipo de situaciones. Cuando la policía se ba
os, por favor. -
man
su rostro ensangrentada. La señora Samanta le ofreció ayuda a mi progenitora y eso para mí fue más que sufi
e ti por defender
a que aún me seguía agarrando de la mano y no tenía idea
pueden espera
sas partidas, las dos mujeres solo le sonrieron. La niña bodoque de ojos bonitos, seguía tomándome de la mano, se sentó a mi lado en
a un amigo. -comentó la
uieres se
ejor amigo
volvió a mostrarme esos huequitos
ons
, hemos hablado inglés, pero a veces decía palabras en español, e
or amigo. Por eso acepto se
arnos de las m