Un trato con el casanova

viejo exigió que para que la titularidad s

o—. No, no era contigo, tranquila, si tengo algo para ti, te lo pediré… —le

ue, a los seis meses, luego de una revisión de las condiciones legales, daría una estipulación de ser requerida. Dejó todo dispuesto para que juntos supi

a pesa

pued

amos hacer? —pregu

ando todo, así como al albacea —explicó—. No pierdas la mierda todavía, revisemos a ver qué vacío podemos hal

tuvies

mi departamento mi

al

sabio, algo tosco, pero sincero que veía cosas que yo no podría ver en

vir una reacción alérgica de las

a de

*

sello notariado que hacía que todo cobrara el debido peso. Según los estatutos y leyes de Luisiana, al crear un testamento con todas las bases, el estado debe hacerlo cumplir a cabalidad, siempre y cuando l

a una tot

e amuleto, como un recordatorio de lo rápido que podía cambiar todo. Lo más patético de todo, era que después de agotar todos los recurs

Andrew me ar

o mientras estábamos en la barra de Bourbon 'O' Bar, un bar que le gust

rme o el legado del viejo pasará a formar parte de cualquiera. Lo único que se me

ue terminase la lí

les que ni siquiera pienso mencionar —espetó con molestia y supe qu

ngua. La chica fue a la parte trasera, al regresar tenía una especie de uniforme que no dejaba nada a la imaginación. Debía medir menos del metro setenta ce

ó con una genuina sonrisa y los pedidos que había hecho. Había un cierto aire de familiaridad que me sorprendió un poco, no obstante, decidí observar la interac

unos labios que fácilmente podía ver dándome una mamada, lo que hizo que mi pene se levantase en una clara erección. Mierda. Era preciosa de una manera a la que no

gimiendo d

mpo sin venir y trajo compañía —dijo ella en una voz que me

dadera, algo que no le regalaba a todo el mundo—. Hoy es una noche

queada y lo señaló luego col

dores o les patearé el trasero —esp

ré con in

amás se reía

ó él con una jocosidad que me hizo encararlo ense

había saludado a Andrew, lo que me irritó, lo suficiente como para inco

uí de martes a domingo hasta las t

nteracción no me pasó desapercibido, la seguí

dome verlo con una sonrisa retadora—. No es de las que va con un hombre porque sí, tengo dos años vinien

ien mayor de edad

uena expresión—. Tendrás mujeres más dispuestas a hacer el trato, tienes que buscar a una que te

—respondí cansado— Hallar a una adecuada que

iana, tal vez las mujeres no fueran tan difíc

sencia, era placer, necesidad. No se relacionaba con el amor, por eso que luego de dos o tres encuentros, me alejaba porque

iba a

n punto, debía encontrar a

cedí finalmente—. Una mujer q

que podíamos admitir, sin tener la puta idea de que la

alle me cambió

bourbon y hacer el ofrecimiento