LA OBSESIÓN DEL PROFESOR

digo dejándome caer en la ca

in despegar la vist

ro pero al ver que no me decía nada me levanto

que dejes de comportarte como una desquiciada obsesiva por el nabo ese del profesor

ndo lugar Sebastián no es un nabo y el tercero, no te enojes conmigo se

levanto mis hombros y ella sonríe. – Bueno, ponete las pilas así term

amos quedado en encontrarnos en su casa para darle los últimos retoques al trabajo de Literatura el cual debíam

note mi existencia y aunque los miércoles él está en la institución, yo tengo ciencias sociales por lo que e

uarenta minutos de ventaja para llegar bien al profesorado. Cómo vivía a dos cuadras del Normal

era tan grande que se me hacía muy difícil tenerlo cerca y tener que morderme

cedido la otra noche cuando mis manos exploraron mi cuerpo ante la ilusión de sus ojos mirándome y c

ento una corriente que me recorre pro completo y se intensifica acá abajo – tocánd

ya asusta y mucho. Por otro lado, no cometas una locura

és. – intento hablar p

en riesgo su carrera y por ende tu continuación en la institución como alma regular. Por fav

no voy a explotar y ya sé cómo hacerlo. – Me digo a m

scuchando no? –

odo esto que guardo dentro. – el

lo deseo y hacerle saber que sin importar que el sea doc

exponerme y para poder dar riendas sueltas a lo que mi cuerpo siente cuando está cerca suyo. Una vez que me aseg

dije que luego se enteraría, que por ahora me dejara insp

imo123@ho

: Impo

en usted y que hasta lo he explorado por completo en mi imaginación mientras ha dado clase. Que cada vez que está cerca de mí todo mi cuerpo comienza a temblar y tengo que apretar mis manos para no

cesito hacerle, lo que me urge que me haga. Desearía tanto una noche con usted, t

ja una noc

te dejan el cuerpo a

recordarla sientes

sientes como vu

ja una noc

ue pueda pasear mis manos

con fuerza tus brazos

ja una noc

a que tu boca explore

cada rincón

en la que tus labios sean

e y revivir

ja una noc

e pueda legar cont

e pueda sentirme lib

en la que lo único entre

estros cuerpos h

ja una noc

s en la que pierd

bordas mis ci

arioneta a la que disfruta

ja una noc

la que los segundos se

las ganas van en au

ches contigo en la que

scuras y calien

ja una noc

la que la manera en la

te aún sin tu mi

ja una noc

en la que me hagas

onvulsiones

hasta la noción de

o, para que tu manera de

mente