Un amor letal
entrenamiento, carga un par, tomándose su tiempo en su
urla. No puedo creer que haya dicho tales cosas, todo el enc
oces el mane
o te importa -. Ahora toma un par de
para qué
a idiotas como tú, que nada más babean mirándom
e momento me contempla desafiante-te
do, porque sabré mantenerte a ra
hn y no soy
do dominar a bestias más grandes que tú. -
sto de apatía. Pero me detiene de un tirón colocando la cuchilla en mi garganta
e mataré, ya de por sí
er tan agresiva? Única
llevado fuera de la ciudad, no
s un lugar seguro. No habríamos llegado ni a un kilómetro conduc
más la navaja. Puedo desarmarla en un parpadeo,
entamente hasta la suya. -To
ruñe muy enfadada, sabe que no puede gritar
salv
, más en un rápido movimiento tomo sus muñecos y la lanzo de espaldas sobre la mesa,
la sujeto co
? -Su rostro cambia de pr
lo que
jón me lanza lejos para apresurarse a las escaleras. Corro tras ella y la atrapo antes de que tocase la
es llevarme con él.
ero hacerte daño-
ña escena. Su rostro muestra esa sonrisa pícara, estoy seguro de
a con esa gata,
ail mirándolo con gran enojo, antes de qu
-pregunto dando menos im
scalones y mira a su alrededor. -Los hombres de Atilio siguen a los de Villarreal
e? - interrogo poniendo resiste
mordazas en ese lado -señala a una esquina donde están los juguetes sexua
a sádica, y Abigaíl
. Ella y yo hablaremos y llegar
e disciplina. -Se acerca a mirarla-Es una fiera indomabl
hillar con más fuerza. -¡Por cierto! ¿Pi
es, el alcohol ayuda a ablandarlas- camina la salida- Por cierto, puedes usar este lug
ueña gatita para sujetarla de algún modo, jamás pen
ro quiero que prometas que no
! - gruñe s
te daño o te a
que tú me entregues a él así de fáci
a por la espalda-. Quieres mantener la boca cerrada
calme. Su cuerpo dejó de tensarse y a
harás c
a de las sillas y
iensas -le recalco -Lo único que me interesa
n esperarlo me deja un rodillazo en la entrepierna que me aleja lo suficiente para dejarme ese agradable golpe en la mandíbul