La culpa es del destino
renta y cinco
ga. Escucho voces a mi alrededor, conversaciones que no puedo entender pero suenan a desesper
arder en llamas. Intento nuevamente abrir mis ojos, para saber dónde estoy, qué ha ocurrido «Santo cielo, me siento terriblemente mal».
tes?!- Dylan suena preocupado
bios, creo que estoy en una especie de shock; siento mi ment
ente cubiertos de negro. Mi pulso se acelera, cuando empiezo a imaginarme que estoy hecha un desastre y sobre todo, por qué estoy así, por qué estoy aquí. Cuando mi mirada se encuentra con el auto de Dylan, veo que está completamente incinerado. Aún no me siento capaz de
onseja Dylan cuando
ico... «¿dónde estará el parquero? ¿estará vivo? ¿por qué ha sucedido todo esto?» Oculto mi rostro en el regazo de Dylan mientras él me abraza, no tan fuerte pero de una forma
ir mis ojos para ver mis dedos, noto que están pintados de rojo «¡estoy sangrando!» Vuelvo a sentirme nauseabunda, todo empieza a darme vueltas nuevamente. Así que cierro
ojos alarmada y siento como Dylan me suelta, a la vez que una mujer vesti
blusa de su uniforme, saca una pequeña linterna
tomen. Cada hombre se acomoda a mi alrededor, uno por mis pies y
ucho que la mujer se dirige a Dylan, mientras yo veo como todo a mi alrededor, a ca
urgencia, en ese instante si
ste con la luz roja que se refleja en su pie
severo-, le agradezco que no mueva a la paciente
ntes, ya lo sabrían -
hora mismo, ni siquiera sé cómo Dylan tiene ánimos de responder de forma alta
masculina pero desde mi posición no puedo ver quién
bien, es Doctora y se apellida Ross. Supongo que ya no tendré que llamarla por el
a él -Estamos manejando la hipótesis de que usted y la señorita Finlay, acaban de sufrir un intento frustrado de atentado. De hecho, hemos encontrado un artefacto explosivo conectado en la maleta del coche, por lo tanto, asumimos que
el hombre tenía para decir, s
ent
n espiral, haciendo que con ella, todo gire a mi alreded