Deseo compartido

No entendía lo que le quería decir. S

? -Mia estuvo a punto de hablar cuando Clara toco a

as

sía, la primera persona que se le vino a la mente de Mia claramente fue su novio, era extraño por que en los cuatro años que llevaba juntos

notaba sorprendida, y no era para me

ande dentro de su oficina, para que su a

ta. -Miranda se acercó junto con Mi

sobre que llevaba encima y lo abrió con una sonr

entendio nada-. ¿Por qué Bruno tien

gresando a su silla. Miranda no se que

pasar una maravillo

tre sus dedos la nota, mirando a

su rostro en su mano-. Clara

ontar todo primero. -Cohen asintió, sabía que su ami

te diré que hacer con el. -La chic

ar. Mia tenía miedo de su reacción, sabía que odiaría mas a Br

amiga de

ja

de pareja. -Miranda se quedó pen

nda idea. -Sol

creer que estuv

ga se refiriera de esa forma hacia Bruno-. Vale, me calamo. -Alzó sus manos como disculpa y se s

de Tara. -Le explicó pa

y interesado en ti

laro q

evidente-. Aquí la pregunta es si aceptaste. -Miranda sonrió. Esperaba que si, la verdad era que el

locos y salí cor

, pero tal vez sea la oportunidad que estas busca

er lo de antes. -Miranda entorno los ojos. Su amiga a veces p

én. Así que acept

a, Bruno estará

én. -Eso se

su asiento, no quería que la persuadiera a hacerlo.

a. En ese momento su celular empezó a vibrar por la notificación de un nuevo mensaje- ¿Es

invitó

a que ver el lado positivo de las cos

o quiere retomar la relación como iba. -

eso-. Debo irme, tengo una cita... -Miró si reloj-. En veinte minutos, así que tengo que llegar puntual. Aún así por favor cuídate y

ogió de hombros, ella no lo haría. No objeto al respecto

ar el intercambio de pareja. Fue imposible ya que solo le bastó mirar el hermoso arreglo para que su mente divagara sobre los recuerdos con Logan, en como había tratando, como le había hablado, el baile en la pista,

o ahí, miro su reloj sobre su muñeca, eran las cuatro de la tarde, después de terminar la cita, iría con Bruno a comer al restaurante q

o la puerta, como era de esperarse la modelo estaba radiante, con un vestido Versace de color lila entallado, Mia creyó q

¿No interrumpo? —La rubia la

ejilla, Mia se sorprendió un poco, la verdad es que las revistas hablaban del mal

iferente. Todo era blanco, era un color bonito pero nada llamativo, era en

la sala, era el famoso Nu couche de Amedeo Modigli

? —Madison susurr

a tan exacta de cerca. —La risa

or de no menos de ciento setenta millones de dólares. ¿Quién era su esposo? Eso aún era un misterio para todos. La noti

. —Mia se giró y le sonrió amable— Pero hab

su mini bar, sirviéndose un Mar

as, no

tienes para remodelar esta aburrida

en abrio su folder, era un muestrario

de tu colección, quiero que sea tu mayor creación. —Madison a

o e

e todo este perfecto y listo. —Mia asintió, jamás penso que le p

a que preguntar cual era

fío plenamente en ti. —Mia abrió sus ojos, eso sería

principal se abrió. Miranda se paró entusias

¿Conocería a su esposo? Mia sería la

bién se p

e, Mia volteó a verlos y se quedo pasmada cuando miró

ga al mismo tiempo. Lort la saludo como si nada, el no tenía idea de que ella

ía o Madison había hablado mucho de ella con su esposo—. Madison

o de los hoteles Diamatre. —El sonri

mperio. —Mia frunció un poco la mirada, sin

presa de Cohen para la remodelacion de los nuevos h

as lo que había hecho para conseguir

adie más que a Mia para esto. —Se escudo y había hecho una buena jugada, ahora podrí

endo trabajo con usted. —Mia alzó una ceja. Solo quería que su

así que iré a darme un baño y luego ba

—La rubia le ofreció—. Ana, mi

la idea de que trabajará para su esposa no le estaba agradando. Este camino hacia las escaleras, dándole una última mirada

ría difícil lidiar con el secreto de s

dedidoco una morada serena. Una que no trasmitia absolutamente nada lo cual no le decía que iba a pasar a continuación. Mia se

no siguió con el

as ta

una cita con una cli

umpió. Mia se quedó pasmada, estaba ha

í. —Bruno se acercó a la mesa y subió su

volvió a acomodar en su asiento mientras Mia estaba sentada tal cual había llegado, sin

to de detenerlo cuando e

ntió un dolor alojarse en su pecho, fue tan intenso que en verdad el dolor se volvió fí

trato de tomar la mano de su amado pero este

egativa de tu parte a todo lo que quiero hacer. —Mia estaba en un dilema, sabía

.. —Dallas se par

vuelta y antes de dar u

una gran sonrisa—. Acepto, lo haré por nuestra relación. —Este se giró

liamente. El había planeado todo ese teatro, no estaba en sus planes dejar a Mia, ni siquiera lo estaba considerando, solo había usado la manipula para co

e aceptar hacer lo que querían. Solo una cosa la tenia impaciente, vería de nuevo a Logan. ¿Estaba bien sentirse nerviosa por eso? Recordó las palabras de su amiga, despejarse un poco. No era exactamente la idea que tenía de ese concepto, pero ahora y

. Bruno tomó a su novia de la mano y caminaron hacia dentro del lugar, Brox, el tip

—Logan estaba impaciente,

ente? —Tara se acerco a su novio y le tomó la solapa de

El trato de ignorar su propio males

bían hecho eso, cuando se pidia se la pasaban bien y cuando no, simplemente lo dejaban pasar y ya estaba, esta vez había sido diferen

a para acercarse a la ventana. No pidia ser tan obv

cuando un par de golpes se escuchar

icho el castaño. La castaña los dejo pasar, Bruno no soltó a su novia de l

la escena ya que ninguno de los dos aludidos se dio cuenta de que Bruno estaba observando se cerca aquel intercambio de miradas entre ambos. El castaño sólo se recordaba a sí mismo por que lo hacía, era verdad

medio para lla

s aquí, así que por que n