Venciendo en su propio juego.
presentación del proyecto anterior se sentÃa como si Ariana sospechara algo de ella, pero sabÃa que no podÃa ser posible porque habÃa sido muy cuidadosa. No permitió que el proyecto fuera pla
documentos que le habÃa llevado Ariana en ese preciso momento, estaba parada detrás de el con una mirada frÃa en su rostro, que no ocultaba el desagrado que sentÃa por ella. -Señorita Scott, la mande a llamar porque el sábado daré una fiesta en mi Mansión y usted será la anfitriona ¿Cree que puede hacerlo? –En un principio tenÃa pensado dejar que Ariana se hiciera cargo como siempre, pero cuando estaba hablando con su hermana en última instancia cambio de idea, porque sabÃa que Isabella se tomarÃa muy a la ligera su llegada, asà que decidió optar por poner una extraña para ella al frente de todo como incentivo. Adela por su lado estaba en una burbuja de felicidad y miro con burla mal disimulada a la mujer frente a ella, al parecer no estaba enterada de la decisión que habÃa tomado su jefe, porque pareció ligeramente sorprendida, pero fue una expresión fugaz, de nuevo se la veÃa, relajada y segura, como siempre parecÃa estar. Sin embargo, ella decidió optar por una nueva estrategia para tratar con ella, habÃa intentado por muchos medios ganarse la simpatÃa de Ariana y no lo habÃa logrado, esperaba que esta jugada cambiara las cosas. - ¿Y bien? –Pregunto de la Ross con un ligero tinte de exasperación. -Señor de la Ross, creo que la señorita Ariana preferirÃa encargarse ella, quizás piensa que yo no tengo suficiente experiencia para encargarme –Agrego con malicia, envueltas en palabras suaves. Antonio se giró con las cejas arqueadas hacia Ariana, y la vio como siempre, entonces replico - ¿Y es asà señorita Scott? –Dijo mirando a Ariana. Adela iba a responder, para llegar al punto que deseaba, pero Ariana hablo antes que ella; -Los deseos del señor de la Ross no se discuten –Le dijo con un tono de reproche, pero neutro –Asà que si él te eligió como anfitriona es porque asà lo consid