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La hija del General

Capítulo 4 Primero Muerta

Palabras:1490    |    Actualizado en: 28/09/2022

mando la atención de su esposa —qu

un tono sereno—la Sra. Julia no e

escuchar sus palabras. Aunque no era verdad, s

os, afortunadamente la repentina aparición de la señora

es de su vestido haciendo una reverencia, lo cual l

no he dicho qué me inf

, acababa de presen

valuó con un

presentarle a… —dijo Julia con la in

mano. — aludió Victoria con total indiferencia dándole la espalda. Tessa al oírla c

mpoco se atrevió a replicar, sabía que una

compatriotas, entre ellos, la de su esposo “El comandante Steverman”. La astucia de esa mujer fue reconocida por ingresar al campo de batalla, en medio del fuego cruzado, donde un joven soldado protegió su espalda y

extraño que a razón de otro rato, la familia fuese presentada en sociedad. Todos sus integra

a quienes deseaban conocerla, Tessa no pudo evitar sentirse preocupada. Sentada en u

os Garratenienses. Tessa conocía que como gesto de cortesía, antes de entablar una conversación o invitarla a bailar, los soldados le pedirían

cón, si la buscaban estaba segura de que no sería fácil de hallar. Sin embargo, Tess

stado y dejo caer la cabeza ignorando el comentario. Para ese entonces el resto de la criadas que se encontraban trabaja

mirada y se mostró sorprendida. El Teniente Donato, se había posicionado a su lado con una postura erguida,

evolverme el favor —ella lo miro por encima del hombro con desconfianza —Mi alcoba —i

muerta

xpreso retirándose con elegancia. Tessa echo un vistazo a su alrededor y entro en pánico. Un hombre de las car

resignada. El, no pudo evitar sonreírse con los o

servicio. La tercera puerta a su derecha es mi nueva alcoba. La puerta no tiene seguro, asegúrese d

remodelación parecía un depósito pero no le importo. Soltó un suspiro de alivio, en ese espacio se sintió a salvo. Precavida de no tropezar con nada, camino hasta los pies de

ue los soldados perdieran el interés por ella. Sin darse cuenta, la suave fragancia masculina que despre

mida, se cubrió los ojos con las manos, no sentía deseos de alistarse para el ir al trabajo

no?!” se cuestionó saltando de un brinco de la cam

—¿tiene la llave de repuesto de esta habitación? — Tess llevo la mano al pecho aterrorizada, los

aporte —hubiera jurado que el amo dejo la pue

paño, olvide algunas herra

es molestia. S

mino sigilosamente a la puerta. Una vez allí, perfiló la oreja de lado y se aseguró a

s compañeras y especialmente a su patrona. Temblorosa se armó de coraje y saco el seguro. Tomo sus zapatos del suelo y abrió la puerta lentamente sin ha

ntre dientes— ¡Eres una maldita descarada! —exclamo furiosa empujándola por los hombro

izar el cuarto de mi hijo?! —cuestiono al

dido —expreso Tessa poniéndos

tró tendida en el suelo —¡¿esto te parece un malentendido

ruscamente de lado. El silencio reino en e

eció su otra mejilla. Esto terminó siendo demasiado para Julia,

nentemente?!" —exclamo tomando impulso

ue paralizo a Julia un momen

o, el hombre que tanta repulsión le causaba, habí

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