El cuaderno de Dylan

n los s

tortura. Son los v

te martiriza el miedo de que se sepa, de

men y desgastan e

.la soga me aprieta

, aquella suplica...vienen

hacer...cada noche mi

e este diario de mierda, m

tiempo pasa más lento, sentía que había transcurrido una et

lejos de mis padres, no me había separado de ellos por

s, pude conocer un po

semidiós en la Univ

e las familias más adiner

an. Sumémosle a eso, un físico atlético, bien definido

centaje me atrevería a decir que el 90 % y result

as que traía a

barme después de una que otra esceni

urría a uno lo pensaba el otro. Era envidiable la complicidad existente entre ellos, sol

amigos con beneficios, pero

formales que mantenían una

pero con el tiempo se

s daba la real gana, y luego se lo cont

osas en esos días, todo lo

mática y libertina que pasaba más tiem

el fuego. Juntos formaban una

os algunas conversaciones y salíamos a correr juntos en la mañana cada dí

ugar pero ninguna se comparaba con ella, la chica de mi c

y para nada presumida. Linda, tan linda

de la compañera que me gu

inos que casi tapaban sus rodillas, la mayoría de mangas largas de encaje,

clase con sus buenos argumentos. Sé que será

espués de lo que pas

culpa, mi ma

esa chica, pero lo arru

de septiembre asistí

l inicio del fin de m

— preguntó Lucía mi

a simple celebración sino

te y ajustado, que realzaba verdaderamente su figura,

, y ardiente como

tú — respondió el chico estamp

a era impedimento para

mo color y botas con detalles color metálico. Además de

negro con franjas rojas a los lados para tratar de com

es sólo una fi

rnada con luces parpadeantes que salían de una v

dín, ni una sola alma. Pensé que éramos los primeros en lle

je recorriendo con mi mirada todo

nosotros dos, Malcolm quedando

, con pasos firmes y un poco

s y las luces hasta los manteles de las mesas eran completamente de color rojo

misas rojas y pajaritas de mismo color chaquetas negras sin mangas, pa

ción. La idolatraban prácticamente. Todos vitorearon su llegada,

ción esa hubiese sido la oc

gritando Lucifer a la vez capa

o fue exactament

eguridad hasta el micrófono y el DJ bajó lentamen

iesta roja anual en su *V Aniversario* — gritó, escuchá

escucha eso y piensa en

año, finalmente, pero esta es una de las cosas que extrañaré cuando me marche de este lugar, y a ustedes por supuesto — dijo alzando su copa — brindemo

amos a la sala VIP. Un lugar ap

grupo, donde no

. Lamentando que era el último año p

iniera de verde semáforo— me quejé entre susurros a los chicos

de ese color o acaso crees que no me he fijado — res

los nuevos — agregó un chico delgado, cabello

rojo bastante moder

omas? — me preguntaba reparando

los chicos — dijo Malcolm

deberías presentarlos tú. —Aclar

la anfitriona

del Rey, Isabel Belmont, Hugo Santiago, R

e los presentó

mi lugar en esa mesa. Me sentía

an hijos

acía y