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El Rey de Mi Barrio

El Rey de Mi Barrio

Autor: c.ramos
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Capítulo 1 El presente

Palabras:2723    |    Actualizado en: 07/08/2022

hombre pellizcó la nariz del diminuto payaso de juguete que sostenía en su mano izquierda, haciéndolo parpadear

en el alféizar para poder ver la casa blanca, con sus paredes bajas. Perdía horas del día "viéndola" jugar en el pat

a quería dar otro paseo por otra calle, cuando de repente se detuvo frente al muro b

e de ah

untó al niño que comenzó

nsistió, siguió subiendo hast

patio. Llevaba trenzas y um vestido rosa com ositos de peluche de colore

vuelve

esión severa apareció

hacia el intruso de su casa que ahora apuntaba su revólver em su direcc

stá mi hij

a Po

cio público durante 12 años como conductor de ambulancia para la unidad de emergencia de la ciudad. Leila, su esposa, trabajaba desde hacía um tiempo como cajera em el mercado del barrio. De

e lloró

mucho

e beber su cerveza de vez em cuando, y cuando se enteró

patio trasero de la casa Pontes. Algunos ami

ro esse día fue especial no solo para ella, po

estab

bién llo

iba a cambi

repararon Josy, su amiga de la infancia, Jessica

n fue perfect

cionado fren

blanco, m

serlo, estaba envuelto em um la

le se

de la casa Pontes se v

se c

parali

ó la boca volviénd

miró so

ja...- dijo él, ta

nocido se b

iga, dueño del b

em el reino

inh

risas fue a

to, Doña

todo cer

nuestro Rosedal y cautivó a n

abor

ara el narcotraficante

a médica de nuestro barrio, que reciba este regalo que l

reja de la puerta co

vocó uma pro

ica trató de ir a la puerta,

nses em ir allí.

ian

darse la vuelta y entrar a l

satisfecha, Ditto

uchachos, hay mucha pizza y do

os ya se habían ido. Ditto estaba em compañía de su viejo amigo

tipo? Necesita saber que lo mataría s

es de tomar um so

, ¿quién se quedará aquí para cuidar de tu familia? ¿Qui

u amigo y esposo de Vera

... Y outra, sabe que no tiene la menor posibilidad com ella, la chica es

ge y los do

atre

tándose em el

há tomado refrescos desde que Diana hizo su monografía de octavo grado sobre lo

entro de la ciudad tan pronto como se

sé que iba a p

ero se lo está pasando bien ha

um auto a Diana? ¡Prácticamente no sale de

familia hacía mucho tiempo que no vivían em Roseir

e Di, solo tuvieron contacto en el último año

o no e

ir afuera en judo y se perdió algunos años de estudios

no seguiría el mismo camino que su padre, ya que es medalli

a él se enca

n - Leila, no quiero ni i

ó una sombra en el

ija... Y empezó a demostrarlo cuando un pert

ños an

én era una estratega de supervivencia en el aula. Me senté en el primer pup

a suerte en su último añ

mbre er

la para cursar su último añ

maquillaje, cabello en moños. A diferencia de Jessica, que amaba un atuendo más llamativo y un maquillaje bien marcado. La manera introvertida de Diana fue lo primero que llamó la atención del nuevo estudiante. Lo que no sabía es que durante años esa f

arse de su historia y mirar al novato. Pedro era un joven guapo fácilmente popular, pero a Diana no le gustaba su aspecto, demasiado altivo. - Oye. - respondió sin entusiasmo. - Te gusta leer, ¡eh! - se quejó el chi

ue sus mejilla

ibro! – preguntó

em p

antes de desapar

Eso era lo que él quería, q

hico

ndole lo que quería. Lo había visto meterse

siguiente, su enfoque fue más agresivo, la empujó a sentarse em su lugar. Diana se tambaleó y miró su rostro burlón. Había pocas persona

es. Randal Reis era uno de ellos y se sentó em la parte de atrás. Se so

há estado

su silla. También lo había notado allí, su billetera fue lo primero que miró cuando entró a la habitación, por l

Oy

que pensó que no lo había escuchado. Luego, Diana apartó le

bien? Pregunt

e evitara desde que se transfirió allí em quinto grado y ella estaba em tercer grado. Se suponía que se había gradua

día ver claramente su rostro, p

igo de esse, su

do de vez em cuando esse

hacia adelante sin saber que su estado perturba

a mirada perpleja de Randal. Notó que Pedro también la seguía com la mir

endo loco provocando a A

también comentó Marcão

ué p

creo y ahora no la deja sentarse em su asiento... Conoces

laron em la forma em qu

esca

mente su rostro preocupado, tratando de averiguar po

ah

eció y notó

e puso los anteoj

lificación baja? Solo te veo rar

ssica rara vez no se referí

un dolor d

e llamab

bitación, ya sonó el timbr

el baño, apenas escuchó la campana. Salió a toda prisa

sien

icada al ver co

dr

tás h

Cie

lmat

con desesperación cuando él la tomó por

de él cuando se dio c

No

los de ella, un beso insistente que duró hasta que Diana se libe

e nadie podía be

ritar entre las risa

o, agarró sus cosas y salió corriendo, toda llorando. Atónito, la siguió hasta el pasillo y Marcao hizo lo mismo. Los dos se

o. El joven miró el frío perfil de Randal. Vio que sus ojos brillaban como dos esferas enloquecidas y

veces su rostro cambiaba a uno que no podía identificar. Nunca en toda su vida había sentido tanto odio hacia alguien. Y por una vez, tampoco quería ir

lí, de pie frente a la María Cecília mientras entraban los demás. Todos lo

tro de

echó la mochila a

abía ocupado sus asientos,

do o llegaría más tarde

en su escritorio. Aquí estaba su lugar, si ese chico

duró sólo ci

reció en

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