Llámame Álvarez 2
at
os al río. Si resultaba que alguna de esas dos opciones era cierta, no pasaba nada, me dije. Ya saldría otra cosa. Pero al menos podría ir donde Dani estuviese y decirle que lo había intentado. Al fin y al cabo, él fue
presentó su currículo (cosa que yo ya suponía), accedió a conocerme, y eso me puso más nerviosa aún si cabía. ¿Y si no
imiento, con la fachada marrón y blanco y un letrero en lo alto de la pue
me temblaban t
e, Heather. R
nte un segundo en sonar, así que abrí despacio y entré. Solté el aire que estaba conteniendo
lo que supuse que era un despacho. Me s
se momento estaba remangada a la altura de los codos. Era alto, diría que incluso un poco más que Dani, moreno, barba... Par
Hemos hablado
o. Yo soy
a tan metida en mis pensamien
Eso es empeza
i subconsciente que estaba burlándose de mí o si provenía del despacho contiguo al de Se
no debería
o car
ther... ¿E
padre es extranjero, así que... Pero lleva toda su vida viviendo en España, entonces... -me ca
en se la quiere aguantar pero qu
Muy bonito el n
or, tutéeme. Me sen
n la entrevista. Cuando entramos, se sentó detrás de una mesa en una
aído tu
er
ncia y... no he tenido tiempo de hacer otro -una mentirijilla al año no hace daño-. ¿E
. Yo maldije para mis adentros-. Pero c
ocupada y me hac
ue ni a mí me lo pareció. Vamos a echarle la culpa a
tica, don de gentes, te organizas
Qué estab
serían remuneradas. Luego necesitaría que vinieras a trabajar de lunes a viernes de diez de la mañana a tres de la tarde, y te p
en
os segundos de más con una ex
as personas que he entrevistado eran muy cuadriculadas, y a mí
ia aquí, pero me alegré. Me puse tan contenta que a
ice en
sate mañana a firmar el contrato y hablamos. Y si te vi
(esta vez sí) estrech
*
saje a Dani cuando salí de la oficina, j
lí, hablando claro. Pero lo cierto es que tenía ganas de empezar, de estar distraída mientras que mi chico trabaja y se desenvuelve con normalidad p
n mi mano. Era u
celebramos esta noche con una