Darnpectra: El Arte del Mal.

ellos tenían una manera secreta de llamarse al tocar la puerta, además su amigo el lobo (al cual aún no le habían dado un n

re. Era uno de los mensajeros del rey Fausto Dankworth. Los cuales se movilizaban por las habitaciones de todas las sombras inscritas en los grandes juegos que se ll

nocturnos esperando alguna clase de información con respecto a los juegos. Una de las sombras de élite apareció a g

s ligeros y protecciones en hombros, pecho, manos, rodillas y piernas. El hombre miro a ca

scuchar las palabras del sujeto de ropajes negros,

achas! —exclamo el hom

ntención de que no pudieran hacer trampa. Una sombra nocturna no solo podía ser tramposa o engañosa como se les había entrenado normalmente, se pondría a prueba su nivel de intelecto. Una sombra de élite debía se

recibir su acertijo, cual

ijo! —Hablo en voz alta el superior, esper

curva al final, con el que tendría que hacer algo. Pero no entendía que, era la primera vez en su vida que veía un objeto con esas características. P

se encontraban en la mencionada caja de madera. Había numerosas entradas para su alambr

o luego, se acostó en su cama y cerro sus ojos hasta quedar profundamente dormido. Quizás pasaron dos horas hasta que

etreado, acababa de enterarse que las sombras habían recibido una serie

imera vez que el brujo veía algo parecido. Parecía que cada vez hacían los juegos de las sombras más difíciles, quizás porque el antiguo líder (Plutarco) no había cum

Plutarco intentaba a toda costa destacar para impresion

respiro y una sonrisa se le escapó de forma muy natural. Recordar que Plutarc

no le agradaba mucho la idea de un entrenamiento más estricto, si ya

en la gran plaza dentro del castillo. El rey gustaba de dar charlas motivacionales a su

rey tenía algo que decir con respecto a los acontecimientos ocurridos en Nordiha. El gran f

recido. Sin embargo pronto amanecería. La intensa niebla no permitía ver la furia que sentía Fausto Dankworth, pero trataría que sus pal

as de Nordiha, a sido lo más deplorable y ver

ramente no he sido lo suficientemente estricto… —agrego, mientras q

a será severamente castigada —Brigham no le temía a tales palabras del rey, sabía que era eficiente, lo había demostrado en incontab

ampo. El castigo a los inservibles será severo y perderán su estatus para regresar a los campos a trabajar como lo inútil

por diferentes aberturas de la caja. Había probado pasar aquel alambre por diferentes entradas en su caja, la cual tenía numerosos fin

eguido antes. Eran tantos los intentos fallidos que había memo

camino. El cuervo se frustró, por alguna razón sentía que sería enviado a los campos a trabajar como una rata asquerosa. Pero antes de dejar la caja sobre la mesa, antes d

pero era fácil de descifrar. La esfera indicaba el lugar donde serían los próximos juegos. Los juegos serían en una pequeña isla de Darnpectra. La cual se le conocía como “la

Cada acertijo había sido diferente, no se repitió con la intención de que no pudieran hacer trampa. Todos los que estaban allí no eran solo letales y engañosos. Po

lezas de manera sigilosa con intención de hacer algo en especifico (como robar o matar

evaluar su capacidad intelectual. Eran inteligentes eso era

estuvieran reunidos en la gran sala para inf

s a sombras de elite. —dijo, mientras

fica —cada uno de ellos entendía esa adivinanza, pero ahora solo requerían e

a ubicación que la adivin

ucarachas. —finalizo el superior desapareciend