Rashad, un Rey Perverso
ass
entr
especie de olor perfumado, invadió el luga
ervar a este hombre más de la cuenta, pero
podía ver toda su a
so como de cuero, que rodeaba sus muslos y caderas, mientras su torso se encont
emente era formida
detallar como algunas cicatrices débi
apariencia era hermosa, quizás por eso lo tenían como a un d
mi dirección, entonces giré para dar dos pasos hacia los hombres que me habían traí
i persona, y aunque no que
oda costa tu muerte... ¿Cómo te
llo mientras intentaba contener la respiració
erte... -levanté mi cabeza para encontrarm
emente y luego apareci
ueno q
pí sabiendo lo q
estaba rindiendo, e
a este reino... mi muerte no está e
mi cuello fue atajado rudamente por su enorme mano. No estaba apretán
mbre agitó mi cuerpo obligándome a que llevara mis manos a su mano para intentar
aire, y en cuanto levanté la cabeza, solo pude notar que el hombre estaba camina
la visión, pero algo dentro de mi pecho me
frasco diminuto en su mano y l
de nuevo, pero yo intenté levantarme rápido para correr, porque nada de
iernas traté de patalear tanto como pude. Sin embargo, un segundo hombre vino
rimas, estaba tan cerca de ellas, que rápidamente las perlas de sudor inundar
ismo como en tercera persona. Como si le hablara al dios y al humano al mismo tiempo-. Las marcas... esclava
apretó su mandíbula y su cabeza se echó ha
do el hombre quitó la daga del fuego y acercó
garganta sufrió un desgarré cuando un grit
adas. El dolor era horrible, y ese hombre seguía punteando mi piel y llevando la daga al fuego a cada nada, mie
hacia un lado cuando supe que por más q
é mis ojos esperando que e
ara intentar tomar mi muñeca derecha y revisar la quemadura. Sin embargo, mi
junto con un animal muerto, que
as cosas, porque el ardor en mi carn
volvieron a desaparecer dejándome sola con este monstruo, que tom
sus palmas y luego restregó la sangre del animal que tení
go llevé mis ojos a la muñeca de mi mano, ú
a roja por la quemadura, pero allí estaba u
R
mente sobre mis mejillas y un sol
ra mi culpa, sentí un peso enorme en mis hombros como si
sin brusquedad y un líquido amarillo fu
mediatamente sentí un gr
abios temblaron ante la ira y la gran angustia de lo que esto significaba para
el centro de mi clavícula, y de
mi pres
n, solo levanté la mirada nuevamente hacia é
ente... ¿Es esto una
, y estos se detuvieron lejos de nosotros. Pero Rashad se acercó
pero... respondiendo a tu pregunta -inmediatamente el hombre miró mi boca y luego sonrió-. No... tú no eres
e mi rostro y luego hizo un ademán
ampoco lo hizo hasta que esos hombres tomaron
Mara, y mi corazón sufrió otro quiebre al
Kalesha, y en cuanto los hombres cerraron la puert
ía era desaparecer. Necesitaba encontrar la forma de salir de este lugar, porq
volver antes de
mirada de Mara me hizo sentir culpable al instant
l ver la marca y luego
s... yo no puedo ha
nsé que al menos iba a descasar en esa habitación anterior, Kalesha apareció en mi
el lugar se pusieron de pie ante mi llegada. Séfora fue la primera en retroceder cua
trigada que preocupada, pero cuando me vio sostener mi m
ndo sus ojos y luego llevó
hizo esto
uitando
la celda donde la luz de la lámpara no tocaba l
gura, mis ojos se cerraron dejando derramar las lágrim
*
tio trasero del palacio, porque parecía que hoy todas las mujeres de l
rca, y que solo algunas mujeres con unos solda
a vez era más agrio. Mi mente solo podía pensar en el momento en que saliera corriendo de este lugar, y eso de c
pudiera tomar una espada y escabullirme en algún lugar, poco a poco y con los
entraron a una puerta, y que solo algunas m
ndose los pies, y salí de la fila con una camin
se pusieron alertas en cuanto me giré. Ellas se apartaron sin ningún problema,
señaron. Di los golpes que sabía debía dar, y una sonrisa se enfatizó en mi
solo me hizo girar con brusquedad, y cuando vi que esos ojos azules me taladraro
cito de hombres, y eso también junto a Kalesha, pero mi adrenalin
rle
me quedara estática viendo como tiraba de mi única defensa de acero al suelo, él no perdió el tiem
y mis manos se apresuraron a tocar mi piel, pero eso no llegó a suceder p
tinuación, hizo que todo mi mun
re mi cuello, y luego llevó su dedo ensangrentado a su boca, succio