Rashad, un Rey Perverso
ass
taci
e parte de Séfora, que no esperó que yo girara hacia ella,
resencia de ese hombre, pero ninguna
cedí unos pasos negándome a mostrarme com
recer de este lugar, y no volver a verl
ver esos ojos azules ni la risa burle
gar con el demonio, yo no iba a ser un
mentos, pero al mirar a este cielo tan azul, s
esperanzas
z fuerte de esa guerrera hizo que mi cuerpo
a baña
ada más, cuando mi cuerpo fue atajando en sus hom
e, todo mi cuerpo quedó escurrido en agua, mientras solo pude mirar furi
go me agaché dando la espalda par
ería muy pesado de cargar, y ni siquiera p
al ver a la rubia llevarme hasta la orilla de nu
pesaba el doble, y antes de que pudiera exigirle aquella mujer
os? -pregunté
o sab
daron las otras mujeres y la mirada fija de Séfora se clavó en
en su mirada, me dijo que
l día de ayer, esta mujer me metió a una especie de calabozo
a... -mi mandíb
a hacer
o que sacó un puñal de su estóma
comenzó a rasgar mi vestido con su daga, mientras
azos y piernas por la premura y rudeza con la que ejecutó dicho acto, y aunque
nalmente y yo llevé mis ma
e era débil, y que de cualquier forma es
e encontré desnuda, y yo no pude sino pegarme
rdenes... Te quedarás aquí, así, desnuda durante toda la mañ
tampoco asentí y eso por sup
rás cuando tomó mi cabello
hé la res
í.
Vamos pro
de hierro cerrarse, y abracé mi cuerp
údame... -susurré mientras met
*
ánta
r una visión borrosa de la r
de manta, y me levanté de inm
sto, y a
lgo sobre mi cuerpo, y fue un alivio imp
y mi corazón comenzó a latir al saber
cuanto salimos por un pasillo que nunca había visto, pude
a una parte anexa al palacio y me di cuenta rápidamente, de q
y llevando grandes bandejas de com
asintió frenándome en seco y tomándome el
pa de ustedes -la mujer rubia que ahora sabía se llamaba Kalesha, les indicó
bia, pero antes de que pudiéramos desaparecer de la cocina,
gún truco... Est
pero yo no respondí y qui
escapa o hace algo que me haga enojar...
empo, y en cuanto mi mano fue tomada por una de esas mujeres que me sonrió c
s camas. En cuanto la segunda mujer cerró la puerta, se
ntí-. Mi compañera es Suri... somos servidumbre de la cocina..
me odiarían por mi nombre, pero debía haber mil no
i, que también la miró
Radin? -su pregu
so
emblante, y sus acciones
emos a buscar en unos minutos pa
la se fuera, me atre
mbién a mi
egó un poc
yo...
Suri y luego apresuró a Mara pa
uego me giré para tomar el
rcibida, pero lo que me preocupó es que n
n, cuando la puerta se abrió y me obligué a levantarme de la cama. Su
plato servido para mí, pero cuando mis ojos de
Mara se giró para observa
cido... y est
gu
comeré.
mi pueblo, no acostumbrábam
seguida, y luego obser
veget
suré porque mi estóm
luego lo sirvió en otro plato limp
n intrigadas por mi presencia, pero por alguna razón
apareció en mis labios cuando recordé que mi padre y yo solíamos ir
en cómo a esas mujeres mayores les brillaban los ojos cuan
os, porque cuando puse el tenedor para ob
no puedas salir de allí... pero por la noche... -ella sonrió y mi piel se encogió-. Por la noche se
me levanté un poco agit
o que te portes bien... Suri y yo... tenemos hijo
dec
empo para sentirme tan cansada, tomé un
as sacudieron mi cuerpo. Mi madre apareció rápidamente en mis
r a esa mujer
te a mí, y vi que buscó una peineta
idado, y luego me giró pa
lo nec
se sacudió con fuerza. Esta ira era imposible de sostener, y
a prestarme? -ella asint
ue... debías
de aquí e
y pareció encontrar uno del
tamente y sin esperar su indi
a a todos los pasadizos después de la cocina, por
y si obedecer me podía hacer pasar por un per
ra se detuvo y dio dos golpes fuertes e
dassa... -esta era la primera vez que ella
n puño y luego as
con Kalesha, pero esta vez, fueron dos hombres guerre
ron a Mara, y luego el otro, m
ó a cambiar, desde los pisos, l
ata, estatuas de muchos animales en forma de círculos, y algo quemándose d
ito que mi pueblo solía repudiar, y el lugar donde me encontraba parec
íbula se tensara y que mis ojos solo se abrier