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Sentimiento de una Cuarentena

Capítulo 2 DOS

Palabras:3098    |    Actualizado en: 12/05/2022

es

te celular? —preguntó L

bre adinerado, el que dice

nosotros dos. Don Pedro había salido a

apá? —pregun

. Mi madre ya

le mar

una investigación policíaca. Había olvidado

os hacer con todo esto. Tal vez dejare pasar los días,

ieres a l

on

Ojalá que la pande

lgo así. ¡Quien sabe hasta

de café, era p

ía creer en lo que

plástico. Dos vasos de café helad

le llamaría pronto o quizá solo le mandaría mensajes de texto. Digo, para confirmar la

puedes hacer eso y yo no

a medio lleno. Cuando me vio entrar su rostro parecía asustado, despistado, un poco aturdido. ¿Mi aspecto era demasiado feo? ¡Probablemente! Aún a

, ya estás grande! —ex

*

espagueti blanco con fajitas de pollo para comer, Luis estaba revisand

n! —ll

anos voltean

ué p

e bu

tufa y fui a dónde la barra. Luís estaba mirándome, tenía una ceja

Ivin!— saludó, extendió

bien, por lo del Coronaviru

stumbre —se apenó un po

la estufa prendida, ¿puedes

hombre me miraba con atención, como si intentara enc

verla. Esta

abía logrado

do? Dieciocho años pasaron

or una époc

urarle que hasta he estado mucho peor que él. ¡Nunca se atr

Respiro hondo, y

. Sólo puedo decirle que él no dejara

e a verme? Si yo le preocupo re

arativos para cuando uste

ué estaba pasando esto? Me di la vuelta, caminé hacia adentró de la bodega, subí a mi habitación y tomé el celular. Vi a Luis en la co

? —cont

debería ir

ció mi nombré

narcotraficante? ¿Cómo se si usted no me es

mi estaba atentó a m

odias lo entenderé. Tú no me debes nada, pero yo a ti

r muchas cosas que me había tocado vivir, pensé en Marisela y en ese mo

onces! —di

Mi frialdad era algo

ogerla? —pregu

e la dirección

na hoja de un

¡Que tenga bue

dirección

. ¿Qué era toda está basura? ¿Qué rayos con mi familia? ¿Qué quería ese hombre de mi? ¿De ver

tí su mano sob

con interés—. ¿Q

quién era “él” en realidad?—, y decidí que tú irás co

su semblante se sorprendió de

en La

otó la palma de su m

ana lo

*

uieres? ¿A dónde vas? ¿A quien amas? ¿Por qué lloras? ¿P

alla y el vapor aún seguía conmigo. Me puse ropa interior negra de encaje o la famosa lencería que le llaman actualmente. Sacudí mi cabellera y la cepille. Cubrí mi brasier con una playera blanca y salí del baño. ¿Qué iba a pasar hoy? El iPhone 11 estaba en mi buro con la pantalla apagada. ¿Realmente él era mí padre?

uelito! —le dij

periódico junto con una taza de té. Hoy no

ado mija! —su vo

alquier cosa

conmigo en este tiempo, si el hombre del que me hablas tiene buen corazón entonces sabrás que es tu padre;

amor de tus s

e construir cosas indestructibles. Le abracé, le abracé con todas mis fuerzas y

r estar conmi

de Don Pedro. Luís estaba afuera. El motor del bochito azul estaba e

ves

siento

tas l

s y sucesos que han pasado en este corto tiempo que la tinta no me al

toy l

convencida de que el contarte lo que estoy viviendo es una manera más de poder desahogarme de todo este peso que me hace sentir incompleta

ervi

ntas aveces son t

radio era algo genial para nuestro viaje. Tomamos el periférico dura

que es la vis

personas de los demás autos nos miraban, mi

aló la entrada a un fracciona

de bienvenida construida muy bien. La Vista es un lugar caro en la ciudad. Es un fraccionamien

n? —nos preguntó el

asa del señ

pidió su identificación a Luís y luego de ano

eñorita Ivin

oy ella

chas casas enormes, albercas, un campo de golf, más casas enormes y jardines bien bonitos. La casa de Regino estaba en la calle Astra en el núme

el escarabajo fr

aquí? —pregunté u

cción —y me enseñó en

o dinero hasta como para bañarse en

stamos aquí, hay q

la entrada. Dí un suspiro largo y profundo, acerque mi mano al timbre

quí! —me gritó m

e estaban mirando as

Regino? —les pregunté. L

uestas unas masca

esitan algo? —resp

que viniera, creo que él e

parecían no tener

? —preguntó

Soy

n ser un poco críticas. Aún así ignore si desconfi

stá esperando. ¡Noso

s curiosas y algunas pinturas enormes en las paredes. Los chicos sa

impresionante!

pantalón de mezclilla

sonas podrían

era como la sala del abuelito pero cinco veces más grande

e sea ahí?

e que hay alg

o. Avanzamos hasta llegar al salón. Era bonito. Al entrar, la gente que estaba ahí s

a está gente? —me pr

ecer somos gente importante

a un poco de música, había personas bebiendo vino y charlando sobre asuntos que

su voz—¡Que buen

e intento besarme la

—dije—. Él es mi amigo Luís

on y el momento p

nen ha

o a su derecha y Luis a mi derecha. Nos sirvieron crema de nuez, pasta, filete de res

tó de su silla y comenzó a

stán pasando

aplau

a, también nos da sorpresas inesperadas. Tengo a mis cinco hijos aquí conmigo, a sus correspondientes esposas, tengo amigos que siempre me han apoyado y en especial, p

unca imaginé a gente rica aplaudiendome! Regino extendió su mano y me pidió que me levantara de mi lugar. ¡Me s

é. No tenía más que aña

ata de moño y una camisa blanca. Su rostro era el rostro de

bastarda! —exclam

a frase por segunda vez. Me miraba a los ojos, se sentía poderoso y hab

Y tu cara debe ser igual que la de t

o por mi respuesta y me dio un pequeño golpe en la mano. Hu

te metas! La real

o con l

cosa? —arquee mi

de una pr

ico quería lastimarme, él dio un trago a su copa, los i

se, dime algo

nstante. Saqué mi cuchillo (el que escondía en mi pierna derecha, esa era mi arma) a toda velocidad y lo lance hacia él. El cuchillo atravesó la mesa a una velo

ombrados/sin saber que hacer! Él se quedó boq

le dije—. ¡Y gracias Regino por la co

is y ambos nos largamos del salón social de la resi

*

acompañarme! —l

el periférico direc

i por llevarme. ¡Estuv

ímo

te su

y si, se hizo pipí

si. ¡Que se

Había patrullas de la policía y una ambulancia estacionadas afuera de la cafetería. Una cinta amarilla impedía

amos? ¡En ese instante no me sentía como la guerrera de esta tarde!

puedes

ocurrió

de pasar

impedía acce

¡Déjeme entrar!

uy agitada, el filo de mi cuchillo estaba resguardado cerca de mi piel y los latidos de mi corazón eran bombas atómicas arrasando con todo lo

aba m

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