Allarik, la venganza del jeque

ncerrada en la habitación llorando por un hombre que no se merece que aún lo ame, me levanto de la cama en un imp

algo Zahira? —inqui

—le cuestiono ignoran

amos —responde calmado—. ¿Q

tajante y comienzo a

mida —habla mi hermana u

te —respondo y ella achica más sus ojo

iño. ¿Y tú tr

BAÑO? OH

de empacarlo si solo me voy a quedar un m

etallandome—. ¿Sigues

S

upendo —pronuncia emocionada mientra

dónd

quieres ve subiendo al auto con Daniel —agrega y veo com

ismo color, su cabello un poco largo que mantiene con un c

regunto para romper el silencio

móvil y la desplaza a mi d

esponde encogié

inquiero alg

escuchado de la g

sto algo e

es el arte y aspiro a ir a muchas de la

ón de arte, tengo entendido que es un po

ueden comprar, podría decirle a mi padre que arregle que habrá

se premium por todo un mes para q

nada

..yo soy

te por la noticia y una muy ampl

Daniel

rma y no puedo

uno de tu arte —

pida de no haberl

o? —me pregunta mi herma

e decir a tu hermana

a con su cabeza mientras yo la miro mal por

bolsita con el tr

y saco el

me pondré es

la mía dirigiéndose a mi por el apodo con que ella me llama de cariño—. Eres una chi

recordar de d

s excusas, aquí estamos en

padr

, sé que él no te impediría vestirte

las venas de mi hermana la sangre Moftafard ella fue criada con las misma costumbres, solo que siempre

omo me queda me lo quitaré de inm

forma relajada en el espaldar de la silla, se siente tan bien no tener encima a l

e notar el lujo y la alcurnia de las personas que lo frecuentan, bajamos del auto y Daniel muestra un pa

, quiero ver como

é en public

tonterías

culo y mi hermana queda

yi —me halaga y siento como mis

o me veo ridíc

ada —re

l gran espejo que es de cuerpo completo, miro

tera hay cinco aberturas en forma de tirantes que van desde la mitad mi cintura, dejando al descubierto parte de mi zona íntima y mi in

tas

mpo de pronunciar algo más, mi queridísima

lgunos hombres se cruzan por

uncio para evitar que me s

or del sodio se impregna en mi cuerpo, mi piel se enrojece un poco por el sol y después de unos minutos

lo pague así que decido ir a la barra a comprar algo de tomar, de camino a la barra una de mis sandalias se desabrocha y me agacho para evitar tropesar, me percato de que un hombre se a parado en frente de mi

te haces?! —chillo enojada m

palabra para que le diga mi nombre pero

resa —le gr

su torso desnudo que parece esculpido por el mismo señor de los infierno

itarte toda la suciedad —pronuncia de manera insinuosa mientras se atreve a pasar de

en la mejilla del sujeto propinandole una bofetada, no solo le basta con regarme su bebi

ada llena de furia sobre la mía, miro de soslayo y observo como un grupo de personas se ha detenido a ver la escena y por la expresión en su

crees para tocarme? ¿Quién te ha dado el d

mis muñecas y me la aprieta pa

.sino que ahora también compite por

acaso no sabes quién soy? —dice tratando de amedrentarme con

jer trata, deslizo mi mirada por su torso desnudo y debo admitir que el hombre es un bombón pero cuando mi mirada viaja más allá de su abdomen maldigo mentalmen

me fa

ción post insulto...los hombre de hoy

a que mis ojos den con los suyos, el tipo es bastante alt

importa una mierda —grito mientra

ientras elevo más mi me

mis oídos en forma de regaño, me toma por un

con el hombre que lo haces —susurra a mi oído mirando a nuestro alrededor—, re

No me debo igualar como cierto neandertal que no da señales de tener cerebro, comienzo a caminar co

a y siento como

NOMBRE? ¿QUIÉN LE A DADO ESE PERMI

berlo, se acerca a nosotras y siento como todo mi cuerpo se tensa por

esto no vendrá solo—. Quiero remediarlo. ¿Qué tal si me dejas invitarte alg

diría al

hermana aprieta más el agarre que mantiene en mi brazo y me impide acercarme más a é

ndrá que congelar todo el mar Mediterráneo antes que y

lgo de molestia por haberlo rechazado, se nota

stumbrand

sulto alguno y nos perdemos entre la gente, Daniel ya nos

habla y me hace sentir más cómoda, llegamos a la mansión en poco

cabeza— acabas de rechazar al soltero más codiciado de t

no estoy para estupideces —le digo con

oportunidad de volver a amar —me toma por los hombros—, no puedes acr

suelto a punto de estallar en llanto— ¿

erde —puntualiza— y si te sigues negando la oportunidad de segui

vida. Creo que ya me ha dado mucho ¿No es así? —siseo molesta mientras

s una perra y se encarga todos los