Circo
n Feuer, Almendra y Crista, que ya se sentía mejor y había bajado para reunirse junto a ellos. Pues, en toda la noche,
el intruso ¿Qué haría en aquel bosque? ¿Cómo hacía para levitar aquellos objetos? ¿Y por qué no pude defenderme
de que también había tenido una pequeña oportunidad con su mirada al notar la reacción de él encapuchado cuando la miró fijo a los ojos. Pareció temblar de pies a cabeza, y no era el único
olvió a
untó Aeris enarcando una ceja castaña. Sus
respondió seria y s
a que le hi
erró los ojos y sig
estra-Gritó Almendr
anco, mirando el pequeño paisaje que Almendra había hecho con puré de papas, brócoli y un poco
dedo girando sobre su sien, como si Almend
buscase siempre la forma de hacerme reír, pensó mordiéndose el labio disimuladamente, mientras admiraba l
tomó por los hombros con gesto
sonaba amistoso, pero a la vez, había un pequeño tono de reproche-Y si algo te p
traba tratándola más como una adulta, a través de sus palabras. Algo que había notado hacía rato
u amigo-pero no me des órdenes-lo señaló con el tenedor y él levan
presente en el recinto con sus pasos ágiles y seguros, que a pesar de haber aumentado un
Erde, el alquimista de la tierra a Almendra-Ya estas bastant
su padre y se puso a comer los alimentos que h
fornido. Era bondadoso y siempre los trataba como sus hijos, a pesar de que su propia hij
o había podido encontrarlo alguna vez. Y los allí presentes, ignoraban cualquier detalle de aquel acontecimiento. Sin embargo,
ó ella con respeto a pesar que lo conocía desde hacía casi
udio con
aún no he comido-Le dijo con gesto paternal pe
a no había encontrado un animal herido cuando había ido al bosque esa noche. Pero, no le sorprendía tanto el hecho de encontrarse
-Le preguntó Erde sirviéndose pu
aría y que quizá, la regañaría por no haberle contado desde un principio. Sin embargo, también sabía qu
iró con u
es algún consejo sobre eso?-Le preguntó extrañad
al momento por las
o al darse cuenta de su error-Aquel chico estaba levitando objetos, como piedras y rocas, en el
?-Se preguntó más para s
miró sor
rav
Muy pocos alquimistas pueden controlar la gravedad, al ser un elemento demasi
nuestro circo en la tarde de
os tomándola de los brazos-¿En
nar la frase, ya que Almend
stalando frente al nuestro!-Erde
se acercó rápidame
del comedor segui
stantes, pero no espero a que na
casi seis metros de altura. Pero, lo que más le llamó la atención era un símbolo de una
te de negro, tomó una antorcha encendida y sopló sobre
ención de todos e
s al Circo,
rista tembló d