Te Recuerdo

ento exacto en

iento, con el mismo doctor. Esperando, paciente, que me hicieran todos los estudios

tomogr

e me rendí de intentar entenderles. Solo me dediqué a cerrar

fría, alguien había abierto la ventana y la luz

os pálidos, provocándome una mueca. Luego el doctor entró, seguido de un carrito de comida que traí

a mi nariz y se me hizo agua la boca. Levanté una de mis manos, con algo de dificultad por los

ola, y dejé que el enfermero con el tapabocas, la bata y el g

el doctor sosteniendo una t

a probar un poco la comida, haciendo que

ar otra cucharada y este levantó una ceja esp

pondí con voz rasposa, todavía sinti

o — aceptó el doctor co

za, y luego me guiñó uno de sus ojos claros antes de lle

estamos? — pregunta

a cabeza co

un año relacionado con dos mil

de nuevo una cucharada bajo la atenta mi

endo como ardía mi ga

estaban apagados, sin mostrar la vida que tenían cuando entró a la habitación, y por un momento quise preguntarle sobr

Pregunta el hombre, mirá

eses — respondí en voz baja, dicie

n qu

. Los ojos de ambos me miraban a la expectativa, pero yo no tenía

rar el inicio del programa — dije con diversión, encerr

reguntó de inmediato, tomand

amplia sonrisa, arrojándome a s

uré la única fecha que vino

frente a mí, negando con

ta de este estúpido hospital. Miré al enfermero para pedir un poco más de comida

e que entre — le dice el doctor

aba de salir de la habitación y yo no estaba entendiendo nada de esto. Me sentía un espectado

pasado 4 de enero los cumpliste — explica el doctor, dejan

que debe ayudarme a comer y, estuvo a punto de abandonar la habitación con la misma mirada gacha

tiempo est

uardia baja con mi pregunta. Sus hombros se movieron con una pequeña rotación para relajar

es — dice e

mblorosos, deteniendo la cuchara de

rganta y estómago, apoyando en este último mi mano mientras mi llanto se desbordaba enfrente de ellos sin que yo lo entend

intent

me regresara mis recuerdos. La enfermera y el doctor buscaron evitar que yo me hiciera dañ

zaba por la mesita temblorosa en mis piernas, perdida po

idados. Quiero recuperar mi vida, todos los lazos que hice a lo largo de mi vida con las personas que

me de los hombros para sostener mi cuerpo contr

vuelta! — Lloré, mirándol

en la voz, como si también estuviera aguantando su propio do

bre mí pecho, donde mi corazón latía acelerado

ianca — me con

ma por mi estado deplorable. El doctor me acunó en sus brazos mientras lloraba y yo

ras me arrulla en sus brazos y una aguja pincha mi brazo, adormeciendo

menzando a cerrar mis

o sabrá

guitarra se escucharon en la habitación cuando cer

én e

antes que la oscuridad me reclamara de nuevo. Ese que me m