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Esos dos mafiosos son míos

Capítulo 2 "Corazón de hija"

Palabras:3390    |    Actualizado en: 11/03/2022

donde la bruma espesa no alcanza. Se encuentran las almas aband

una hermana que si pudiera matarme con sus propias manos lo haría era lo peor. Tener una familia de mierda siempre parece ser lo peor, per

rracho para golpearme hasta que perdiera el conocimiento. En las mañanas me despertaba con un golpe de almohada mi hermana, para levantarme a preparar su desayuno y luego organizar la c

lo que pensaba era pegar los ojos hasta el siguiente día. Con suerte lograba tener algún sueño bo

, pasaba horas mirando el techo con las manos húmedas por el temor que me causaba pensar que en cualquier

ue encontré para seguir adelante. Claro que todo cambió en mi vida cuando una mañana mi padre vino con una sonrisa amable, mi madre tuvo qu

legar a tal grado de cinismo de utilizar su vicio por el alcohol como un arma y una muy filosa. Me miró con sus ojos cafés cristalizad

tal punto de preguntarte que es lo que se encuentra mal en ti y que no sería capaz de hacerte llorar a propósito. Yo sabía qu

voy a olvidar los detalles de tal vestimenta. Un color rojo, la tela bril

s que una chica de bien no debía vestir como una mujer fácil. Desde la posición donde me encuentro ahora mismo ya no pienso de la

cabello rubio hasta media espalda. Me encontré como una chica hermosa, como una chica a la que nunca le perm

un encargo para la tienda. Mi padre un señor alcohólico, pero que manejaba la pequeña tienda de la cuadra donde todos los vecinos co

er que en esa feria había cosas que normalmente no se encuentra en otr

sabor de jugo favorito es un motivo de alegría. No recuerdo haberlo visto nuevamente hasta que desperté con unos grilletes en las manos y los pies, con unas cadenas. Sin da

os sacudían sus billetes y los hombres muchos co

sin una mirada de arrepentimiento y eso hizo que mi corazón de hija se oprimiera. Nunca estás preparada para que te destrocen d

e parados uno al lado del otro. Un castaño de traje quizá unos dos años más grandes que yo, que no me quitaba sus oj

n recortada. Solo su mirada me transmitía que si me entregaban a él algo malo pasaría, aunque el castaño pareci

n poco más aliviada. Sin embargo cuando me jalaron atrás del escenario nuevamente por el pasillo mis piernas parecían

dad estaban compitiendo para ver cual era mi dueño. Por otra parte paso por mi mente la posibilidad de que amb

por la chica, solo por competir con

e las manos y por inercia retrocedí—. Lo siento pero quiero

uitar los grilletes para que se escape antes de llegar a la

o por el medio del campo tampoco sonaba de lo mejor. ¿Escapar e ir a donde? Ahora ya no pertenecía a

nas dos horas de viaje y no creo que va

o me hago cargo de los negocios familiares y

r tan insensible como tu —le dev

toma por el cuello de la camisa

o y temeroso—. No voy a escapa

me de esa manera por que no aprueba ni siquiera la idea de que una esclava

ara tan cerca de mi que no puedo evitar morder mi labio y cerrar mis ojos con fuerza

mbre así de cerca. Mucho menos dos dispuestos a pelearse por tomar una decisión que tuviera que ver conmigo

ompré yo y será mi riesgo si se escapa —con una sonrisa me quit

inero, eres un niño inmaduro —protesta y con

r suerte solo somos medios hermanos —me guiñó un ojo y

—susurro y mi mirada recorre los alrededores

Mi garganta está seca, me incomoda tenerlo tan cerca de mi y tener que guardar silen

tado por completo con mi presencia. El castaño por otra parte parece divertirse con los gestos de su herman

arece ser un hombre de lo más aburrido. Lo pienso así por que cualquiera que vea a

s tiene su celular en la mano, el castaño le baja a la música

u voz rascando s

omento Bastián con el teléfono pegado a la oreja le dio un pequeño golpe a la ventanilla que daba a la cabina del conductor y este detuvo la camioneta. Pasó por mi lado

e tipo de situaciones, de verdad lamento que tenga

mo una esclava realmente y no como una persona. Ante sus palabras sol

la camioneta Bastián—. No voy a ir con tu hijo irresponsable y mucho menos que

de volver a subir frente a nosotros. Bajo la cabeza por la incomodidad que siento ante su insistencia

rdena en aque

ando fijamente, titubeo por momentos por que rea

ta el tono de su voz y con l

Milán que intenta bajar tras d

cera se siente como un alivio. Ese hombre de ojos azules esta completamente loco y no se si vivir cerca de un h

Pasar la noche en miedo de la carretera suena a una idea peligrosa, no solo por las personas que puedan pa

nar es más probable que llegue hasta la cuidad aun

pasará por la cabeza de mi madre cuando llegue y ya no me encuentre, quiero pensar que se molestará. Tal vez le pida a mi padre que me busque aun que

por voluntad propia o que desaparecí en la mañana y que no pudo encontrarme. No puede pasar por mi mente algo más retorcido q

por eso pienso que ella va a buscarme. En mis cumpleaños mi madre me preparaba un delicioso pastel de chocolate por ser mi favorit

para saber que no me encontraba del todo abandonada en la casa, que tenía a

como baja la ventanilla un hombre de mediana edad. Viste co

a?, me dirijo hacia la ciudad —

caminar. Por supuesto que no pensaba subir con un hombre solo, por que no es correct

me repetía que si un hombre extraño ofrecía su ayuda me negara

mente se detuvo, pude ver en su rostro un tanto de

la noche y la ciudad está al menos a una hora en a

se salir antes para apreciar los alrededores —sonrió levemente y

roceder pero aún así se para frente a mí. Su mano áspera me toma por las mejill

e miré en el escenario —me arrastro contra el capó

ño físico lo que me duele son sus palabras, por que a partir de ahora el mundo va a tratarme como eso siempre y es que

mano lleno de rabia pero en es

osotros a tiempo y evitó que comenzara a golpearme. Su respiración estaba agitada, miré alrededor buscando l

, ella es mía —gr

el hombre soltando su agarre

lo que era sentirse a salvo. Fue una sensación extraña pero a su vez satisfactoria, que apenas c

, puede que te haya comprado pero eso no te hace menos s

or en la vida. Cuando apenas los vi pensaba que serían mi condena, que me dañarían y que terminaría pagando por los pecados de mi padre. Ahora veo que existen

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