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Siniestra atracción

Capítulo 5 Sobre aviso, no hay engaño

Palabras:1689    |    Actualizado en: 06/03/2022

rminadas sus necesidades, se levantó y se observó en un espejo, se veía horrible, tenía el delineador y el rímel regados, parecía un mapache. Sus lab

el tono de su celular, salió del

gunto nada m

todo bien? –escucho la preo

unto extrañada mientr

piración–. Será porque, ¡¡te desapareciste anoche y no cogías la maldita llamada!! –grita logrando que aleje

Slycifer Luxcer, es compañero de Lucern y Roger –dice b

... espera, ¿te fuiste con él?, ¿a dónde? –la esc

bosque –dice de manera vaga, l

–escucha que sus

ndió ella e

a santurrona tuvo su primera ve

te contare nada –le amenaza sinti

–. Y, ¿qué tal fue? –chilla emocionad

ser un experto –dice emocionada–, sólo de recor

ez fuera buena –sonríe, sólo esper

puede evitar morderse el labio mi

–pregunta queriendo averiguar si

ibros y me tome algo –se encoge de hombros m

si podía ver como

de campamento, por cierto, ¿qué tal te la está

as por novio a Slycifer, pueden acompaña

cho, además, estaba un poco ebria –admite en

s que sobria no lo hubieses he

es irresistible –muerde su labio, lo

que no has salido con muchos chic

ite tras un rá

jo, vamos a ir a pescar –dice poco emocionada

, se dirigió al armario, saco unos vaqueros deslavados negros, una blusa azu

pillo su cabello y se lo recogió en un moño a

alles de Cambridge. Respiro el aire, era fantástico ser libre, caminar s

en contra de toda su familia, que eran unos ricachones; casarse con su madre, que no era más que una secretari

s, sus padres murieron en un accidente de auto, dejándola sola y en un internando, los gas

años más tarde, un abogado la busco y le explico que siendo la única pariente viva del señor MacQuoid, h

grande, donde puede ver libros de antaño. Se acerca y lee el pequeño rotulo, “Librería

adie contesta, se encoge de hombros, se gi

observa a un pequeño hombre, entre los seten

o –le sonríe, si ya estaba ahí, n

an con la mano instándol

ando el libro y se encuentra con varias imágenes, en la primera, se puede observar a una mujer con un delgado vestido blanco amarrada al techo de una cama con dosel, el vestido lo tiene a la altura de la cintura y una bestia, con cabeza de cabra, to

e una mujer con un niño en brazos; el niño se ve diabólico y la madre se ve angustiada y horrorizada. Cierra el libro de golpe, toma el libro de “La princesa de la bestia” y lo coloca encima de este último;

erdió, y emprendió la búsqueda de regreso al palacio. Camino y camino, pero sólo la noche encontró; un hombre grande la encontró y se la llev

ibros prohibidos, De Daemonialitate et Incubis et Succubis de Ludovico María Sinistrari, que data de 1970, y De Umbraru

ue buscabas? –pregunta el h

libros me encontraron a mí –sonríe de

buen hombre termina de colocar los libros en una bols

olsa mientras espera

bre le dedica una amable sonrisa y después de devolvérse

toma asiento y saca el libro de la búsqueda para terminar de leer la historia. Saca su discman, se coloca l

u bebida, regres

s los libros; intenta descifrar los prohibidos, se

que al final del día, sólo ha quedado

, Mandy y Ro

do? –pregunta ella dejan

estira y cierra los cuad

bos a coro, logrando sac

cierra la puerta y amb

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