Los tres rostros del amor ( un amor verdadero )
cuánto quisiese a un clic de dedos, empezó a vivir la vida
lo que tenían de sobra, era dinero y más dinero, sumado a que no podían negarle nada a sus
a, en la vida todo tiene que s
cuando los hijos son pequeños, recalcando cuando dependen de sus padres, lo
sus inicios, éstas se harán grandes y más
José Adrián Lumbi, quien se hiciera prometedor, ingenioso, capaz hasta de triplicar los negocios
a tenido la necesidad de explotar sus talentos, de conocerse a si mismo, de medir su cambiente hostil, tenía todo
fuerza, tu capacidad, la tenacidad que se pierde cuando todo es fácil y l
José Fernando, a quien parecía no importale las preocupaciones de su madre o
s de primera, como siempre le gustaba lo mejor de lo me
e, esta Chica era cazafortunas, ni que José Fernando fuera
es trazos que tomaba para salir de su rutina aburrida, por que déjame contarles que hast
tre lo sencillo y satisfacctorio, entre lo ordinario y ex
rupo, quería autoinfringirse un daño y luego cul
r, no estaba solo, siempre agrupado por las falsas amist
de parranda en parranda, o de fiesta a fiesta, digamos viajando por tod
cesidad de decir que quería ser un entusiasta emprendedor, no era lo suyo, tampoco él de
sabía por dónde buscar ni que cara
por nadie, ya que no eres capaz ni de conocerte, ¿Cómo serías capaz de conocer a alguien m
só ladeando si poder ponerse de pies, tenía algún cómplice, por que de inme
rido nada de alcohol, solo estaba allí sentado pensativo, estaba en su despertar a la vida, a la coherencia,
directo al rostro del jove
policía, el bartender
o, si eres el señor de los e
nada teme"-Continuó con s
na incorrecta para joder.-V
as de vigilancias de todas las entradas a este clu
ardaespaldas
era alguien a quien se invitara, pero apa
el hotel donde se queda el señor Lumbi, ella está aquí con trampas