La cabina telefónica
n
versidad como para que tenga que acompañarla para ayudarla a elegir regalos o ropa para ella. No puedo negarme a no acompañarla porque comienza a decirme cosas c
cluso cuando termine la carrera que estudio en una de las mejores universidades del país. Algo que me llama mucho la atención de este sitio son las cabinas telefón
aba la cabina y su interior cuando sentí una mano que me tapaba la boca, luché y me sacudí para no perder el conocimiento, pero sus fuerzas e
tard
ones en mi abdomen y brazos, volví a recargar mi cabeza en el tubo y miré hacia el techo tratando de despejar mis pensamientos. Todo estaba borroso y confuso al intentar recordar y cada vez que inten
esesperadamente co
udor frío recorrió mi espalda y mi pecho se aceleraba con cada minuto que pasaba. En ese instante me arrepentí de todas las veces que me quejé de mi madre, si t
el lado derecho de la habitación, me levanté y traté de acercarme a la pared
ahí?! -pregunto
de aquí, tal vez tenga una pistola o algún cuchillo, y está tratando de abrir un agujero en la pared, e
tard
ni siquiera pude hacer un esfuerzo por detenerlo, el tipo me dejó un plato de comida y se alejó de espaldas. Cuando salí de la habitación me recargué otro momento para cambiar la posición de
es y el vaso con agua. Comí hasta que vacié el plato pequeño y bebí la mitad del agua, me recosté en la pared mientras escuchaba ese ruido de mi compañera o compañe
que también me dio tiempo para pensar que podría ser un niño o niña, eso explicaría su poca fuerza y su miedo, o simplemente e
centrándose en todo momento en tallar ese lado de la pared, para que pudiera llegar al otro lado aunque decepcionado por no llegar a la salida, tal vez también tenga familia y tal vez algún día pueda salir de allí, o tal vez ya he perdido
a tomando un descanso para seguir golpeando la pared, pero luego un grito agudo se escuchó al otro lado de la pared, me molestó e inmediatamen
! - grit
l lado de la pared y golpeé con mis puños tratando de llamar su atención, s
az! - grité c
a ya no podía emitir más palabras, volví a mi lugar para recostarme y esperé a que mi compañera siguiera t
igo en la espalda, ya no tenía la fuerza suficiente para gritar y simplemente cerré los ojos mientras presionaba mi mandíbula. Después de un rato se aburrió y me empujó hacia atrás, me di la vuelta como pude y lo vi salir de la habitación con una sonrisa de oreja a