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Noches en vela

Capítulo 4 La cita

Palabras:3795    |    Actualizado en: 04/02/2022

o transcurrido desde la últim

pre duro y a sus ojos, era la cosa más sensual que podía apreciar en las noches que se llamaban y verlo correrse con la asiduidad con la que ellos lo hacían era algo que siempre la excitaba, claro que a pesar de verse y t

r pasar un rato juntos que casi siempre eran los almuerzos, no sucedía nada sexual, el ambiente siempre se cargaba cada vez que ellos estaban juntos pero luego de esa noche en la casa

pensar en Rafael y todo lo que le haría a su cuerpo sensual. No podía dejar de pensar en la forma tan sórdida en que ellos se habían conocido y todos esos pensamientos la llevaban caliente y excitada a casa solo

a y formal, desayunó para luego ir hasta su carro y conducir hasta su lugar de trabajo. Como se había hecho una costumbre desde hace días le envió un mensaje a Rafael desde su teléfono deseándole un excelente dí

ta tarde, luego de que los papeles de división de los bienes se han podido concre

ael para poder asistir a la reunión que acabaría con lo que quedaba de una relación que había muerto hace demasiado tiempo, se sentía algo melancólica por lo que podría

l almuerzo, lo siento” l

é? ¿Qué

ado para asistir a la cita de la

ieres, está bien pero si quieres

reguntó ella tenta

ti siempre que me necesites. Si no es así y sientes que pu

ijo ella con una sonrisa a

s temprano de lo normal, se quedaron hablando durante unos segundos, con Anastasia dándole apoyo hasta que llegó el momento de irse, apagó las cosas en su oficina para luego recoger su cartera y marcharse al edificio acordado. En la entrada del lugar recibió con una sonrisa e

vieron satisfechos les anunciaron que oficialmente ya no estaban juntos bajo el nombre de la ley, ella se sintió emocionada entonces, lista para irse del lugar y no ver al que había sido su amor nunca más, se intercambiaron las palabras edu

uta al final de todo- se es

la volteándose para

con una voz ponzoñosa -porque es obvio que yo

ogiendo a otras mujeres mientras estábamos juntos yo te fui fiel, ahora ya no lo estamos y te prohíbo q

mirando a Rafael como una plaga -te conozco Cassy, tú eres una mujer de rela

jaste de conocerme el día que te eché de nuestra casa por estar cogiendo con otra

afael acercándose cuando su ex había intentado tomarla d

unfuñando mientras ellos iban juntos al estacionamiento del lugar, se acercaron a

él con una sonrisa dulce si dejar ir su mano -p

dijo ella con una sonrisa dulce -y

re- dijo él con una sonrisa llena de senti

era incondicional y con ese sentimiento en su pecho se fue a su habitación para descansar con unos dulces. Estaba algo nerviosa, Rafael le había pedido que usara un traje formal, no era típico y no se imaginaba lo que iban a hacer esa noche, era extraño pero tan emocionante

onrisa radiante salió del departamento. Se detuvo en el restaurante que Rafael le había dicho, él la esperaba en la entrada con una sonrisa y cuando la vio bajarse del auto sus ojos se abrieron con sorpresa, para luego cubrirse de hambre, de

afael al verla con una

po- dijo ella obse

las miradas iban hacia ellos, llamaban la atención en el mejor de los sentidos pero ellos solo se podían ver a los ojos, ordenaron

asando bien- dijo Rafa

co- contestó ella

e te gustaría hacer algo especial conmigo para alegrarte y como nunca habíam

tada- dijo ella con una sonrisa -esto es

lacer se hicieron mella en sus muy excitados cuerpos, la cena acabó siendo una tortura para los sentidos, Cassy sentía como sus pezones se alzaban, esperaba que al menos no se vieran a través d

usurró Rafae

deshizo de uno de sus zapatos entonces y con el atrevimiento que era propio ya de s u persona alargó su pierna hasta tocar la rodilla de Rafael, esta alzó su mirada con una sonrisa y se fue volviendo cada vez más serio mientras ella acercaba sus dedos hasta la gigantesca erecc

de su asiento, tomó la copa de vino vaciándola en un tra

spalda, el calor de su toque la quemaba en cada sitio de su cuerpo que sentía la presión de sus caricias, ella se estremeció soltando un pequeño gemido dejándole saber a Rafael lo excita

on voz oscura -pero creo que ambos estamos dema

on el deseo desbo

sus cuerpos, ambos gemían sin importarles demasiado que estuvieran en un lugar público. Ra

veían a través de la ropa- gruñó él -me llamaban

un grito, la sensación caliente y húmeda de su lengua la hizo estremecer completa, sentía como su vagina se mojaba tanto que sus jugos no se contenían en su tanga y mojaban sus muslos. Él devoraba sus pechos como un hombre hambriento d

s piernas rodeando a su hombre, podía sentirlo duro rozándose contra su humedad, ella abrió entonces el pantalón de Rafael para dejar salir su p

mió ella -y te dese

mpiéndole el tanga y usando sus dedos para recorrer su vagina húme

iendo sus piernas mientras él aún la expl

a- gruñó él con u

tía las palpitaciones de placer con cada toque que él le daba, ella gimió, se retorció y gritó con cada caricia hasta que sin aguantarlo mucho más usando el impulso de sus caderas obligó a Rafael a hundirse en su interior, ambos gimieron con f

os gemidos que ambos se susurraban al oído, el retumbar de sus corazones acelerados mientras sus cuerpo se llenaban de un inmenso placer, sus pechos rebotaban con cada estocada rozándose con el pecho de Rafael encendiendo chispas de placer. En segund

fael con el deseo escapando

do para ella, verlo así lleno de placer y sentirlo en su interior desencadenó su orgasmo como nunca antes, ella gritó con fuerza mientras se estremecía moviendo sus caderas buscando alargar su placer, su

ostro. Ella sonrió dejándole ver lo mucho q

eglarse lo mejor posible, él se guardó en uno de

freció ella viendo

dándole un beso como si no

or inercia comenzaron a desnudarse el uno al otro, cada pieza de ropa caía al piso con un ruido sordo mientras el silencio permanecía, las caricias eran lentas y dulces como nunca hasta que ambos quedaron totalmente desnudos, admiraban sus cuerpos, los pechos respingones de Cassy, la forma sensual de su cuerpo, su vientre con sus cu

cuerpos se tocaban en todos lados creando sensibilidad y placer, Rafael bajó hasta sus labios abriendo sus piernas de par en par, jugo con su humedad antes de centrarse en su clítoris con fuertes roces en círculos que la volvieron loca,

umedad sobre la punta de su glande, inhiesto y tan sensual como podía ser, ella lo llevó a su boca chupándolo hasta su garganta, sus manos seguían el ritmo de sus mamadas mientras él gemía con placer, siguió moviendo sus manos mientras dedicaba algo de su

as manos de Rafael con deseo hasta que él frotó su miembro sobre su vagina arrancándole gemidos a ambos, se hundió en su interior unos segundos después con lentitud llenándola completamente, las embestidas iniciaron con lentitud, eran suaves, casi dulces hasta que ambos en busca de placer aumentaron las acometidas, él la penetraba con fuerza y ella se movía desesperada por su unión, el placer lo recorría y cuando los

intimidad era tan fuerte que Cassy se acercó lentamente para besar los labios de Rafael con ternura, tenía que admitir que había caído irremediablemente por el hombre pero no tenía miedo porque él le había d

ó ella sobre su pech

ras preciosa- dijo él be

al levantarse al día siguiente estaban en la misma posición y tan excitados com

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