Terrores Nocturnos
lo 3:
unto de terminar las clases y no quería hacerla esperar, desde la muerte de Roxanne había decidido dar todo de sí
ientras pensaba sobre el modo en que trato a aquel que le brindo su ayuda cuando más necesitado
lo menos que puedo hacer, él supo ver mejor que nadie lo difícil de mi situación e incluso
to, que ya desde la lejanía movía los brazos frenéticamente llena de alegría al ver a su padre. Era una suerte para el que sus citas con Albert no lo ll
saliendo del auto mientras su hija se ab
dos y me convertí en la reina de la clase hasta me dieron una capa ¡como una súper h
ahora eres la reina
s malos que me encuentre ya verán los castigare a todos por portarse
hija que tanto adoraba era la viva imagen de su madre, tanto así que en ocasiones le costaba trabajo no derrumbarse con solo ver a la niña, y mientras esta
un año de edad y Stephen trabajaba haciendo horas extras en el viejo taller familiar, un legado de su padre quien le enseñara todo lo que sabe sobre autos, siendo los dos como diría su madre unos fanáticos perdido
su extenuante jornada. – le dice son
bañado solo por correr desde la entrada hasta aquí. – Responde mientras se pasa las mano
esta toalla para que te seques como se debe. – Le dice lanzánd
que tienes para decir cuando te ag
a y de regreso, quien los viera pensaría que son una pareja de adolescentes y no un matrimonio con seis a
a voz siniestra, como de villano en una película d
entre risas, mientras él se acercaba hacia ella con los brazos complet
a vez terminada la pequeña persecución Roxanne se dispuso a recoger el desastre que dejaro
dio muchos problemas? – Le dice mientras le
me como un tronco. – Responde dejando escapar una p
rse despertado con todo el alboroto que formamos. P
nto al súper a comprar pañales para la niña, que ya nos quedan pocos. – Mientras le dice
a cantaros, a duras penas se puede distinguir el auto desde aquí y está a solo seis metros de la puerta
ndo tu venias y
i p
n enorme pollo mojado. Ve, termina de secarte y
e la puerta. Cuando ya se había alejado lo suficiente subió e hizo lo que ella
un poco. – Pensó mientras el reloj corría. Las horas pasaban mientras él s
rior crecía esa extraña sensación que le hacía creer que algo muy malo había sucedido, pero aun así albergaba la esperanza de que solo fueran
ñor E
mudeando, casi forzando las
informarle que su mujer ha fallecido en un accident
sonrisa para no preocupar a Daniela quien se veía algo seria, mien
n pie en el asfalto, la reina súper heroína salió disparada como una bala,
dejar que nos ganen! – Gr
ho la cabeza hacia atrás, lanzando un profundo suspirando al escuchar e
pario es como un puto sabueso ¿Acaso se pasa el santo día pegada en la ventana esperando a que llegue para darme la lata o qué? – Pensó mientras se acercaba a la insoportable vecina, que siempre llevaba cargado
mírela; parece un animal salvaje. – Le dice con aires de grande
tamiento de "Mi hija" soy yo. − ¡Dios! Es como si su único propósito en la vida fuera ser insoportable. Apuesto a que es un androide enviado del futuro a rev
rostro, paralizado por los inútiles tratamientos que pretenden detener el
viendo la misma charla que ya tanta
ir a aquellos que incumplen con las normas del mismo; y su jardín tan d
el vecindario, estará orgullosa de lo bello que este será. – Le respondió mientras se alejaba lentamente de ella haciéndole señas disimul
Katherine en su lado de la cerca, mientras Stephen y Daniela la observaban entre risas escond
po. – La cuarentona sumamente ofendida apretujo a su perro y
la cena. Luego de eso todo continúa con normalidad durante la cena, a pesar de que su situación actual, tanto social como económica se ha vi
r las tareas, mientras él se queda a lavar los
fatiga, tanta que apenas se lograba mantenerse de pie. – ¿Que está pasando? ¿Porque de repente me siento tan débil? − Intentaba mantenerse en pie, pero las fuer
que parecía no tener fin. Mientras Intentaba encontrarle algún
n docenas de manos esqueléticas que intentaban aferrarse a él, intento forcejar para liberarse de su agarre pero era inútil, mientras más luchaba más manos surgían, agarrándolo con aun más fuerza, encajando sus huesudos dedos en su piel. Pronto se vio superado por ellas, que lo inmo
obscuro, como el de un cadáver en un avanzado estado de descomposición. La criatura comenzó a caminar hacia a él, seguida por un chirrido metálico, producido por un gigantesco martillo que arrastraba por el suelo mientras caminaba, alzo su otra mano mostrando una barra de metal cuya punta, de un color amarillo brillante irradiaba un intenso calor. Abalanzo su brazo hacón de ser. Con esta marca, abandonaras tu humanidad para convertirte en un avatar de la destrucción, sembraras el caos por donde vayas y la muerte
r una voz a lo lejos que reía burlonamente, repentinamente la luz empezó a avanzar hacia él. Una sensación de pánico lo inundo por completo, mient
mientras se llevaba las manos a los oídos inten
basurero de algún callejón quien sabe a cuanta distancia de su casa. Su pulso se aceleró salvajemente, se llevó la mano al pecho y apretó con fuerza su camisa mientras intentaba desesperadamente recuperar el aliento. Al