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TU SONRISA ES UNA HERMOSA MENTIRA.

Capítulo 4 DREAM ON

Palabras:2203    |    Actualizado en: 26/01/2022

uel Anderson

s se refiere, pero poco es bien sabido que Sam jamás asiste a las

derecha. Trae puesto unos vaqueros decentes y una sudadera azul marino con capucha que le cuelga por debajo de la n

un poco

educir bastante bien. Si la conociera, definitivamente sería otra chica de su lista, pues ella es

ué lo ha incitado a venir a un

a mientras caminamos a la s

irección a la escalera just

e con solo verlos se me mueve el piso. Ella camina sintiéndose como un

alizar bien la situación, lo bes

él y así mismo, Cristina le demostraría que está perfect

r más sorprendida que yo, por así

viendo? — dice sin aparta

cia la puerta, pero ella no me sigue. Su mirada g

reír. Lleva unos vaqueros rotos y una camisa blanca, su cabello está bien peinado y sus rizos castaños caen a los costados de su frente. Eri

me a ella

, fue un error

a una mierda si no está con ella. Yo, Cristina Torres

amente se dirige a la co

re Eric y Pamela. Es obvio que solo fue sexo y eso me hace senti

spe

es de que se empine se

, no demuestr

y de hum

rón llevándose l

to antes de que llegue por completo

ción tan am

esto que parece dulc

ojada mientras me quita la copa vacía de la

beber algo que sea cerveza, el whisky no es l

lerancia es bajo cero en otras bebidas y sé que lo hace por puro

soporta

ota. — me tira del braz

entra sentado Eric, no muy cerca, pero si a una distancia

es una tot

n sentido

que estas son. Se inclina un poco hacia delante para que su fabuloso escote haga su trabajo y

s. En ella se encuentra Sam y Pamela platicando algo, pero no tardan mucho en olvidarse de la charl

lo que planean ha

ue yo seré la próxima

ca rubia que se ve bastan

ación le

Ho

ara, muc

ende la

abeth. — le devuelvo

ristina para presentárse

est

contraba Eric y no

¿Qué di

pregunta Clara, al

me toma de la mano p

— La verdad es que no me gusta ver a las personas solas y menos en

amos? — preg

ntadas sobre la mesa a las afueras del jardín.

atorianas! — exclama mientras las

nas chicas de prepa

mientras me mira —T

Estas chicas me acaban de con

iña me

arándome la garganta, pero sin obv

o...— baja la mirad

ente no es la primera ni la última. — Agradezco que me

esa con algo en las manos —¿Quieres un p

miro curiosa el c

las amigas de Clara. Puedo n

tención y una sensación d

NIVERS

niñas piensen que definit

peor del que probé hace un momento. Siento como el líquido arde en

cambie por cerveza y poco después p

n cualquier momento voy colapsar. Estás mujercitas se ven tan tranqui

da a Cristina, ¿D

lmente, la estoy

bía sentido

as y al final suelto una carcajada. Ellas me mi

á el baño y de

tá a un lado de la sala, no es, ni siquiera

s, abro la primer

enco

me da vueltas y creo que vom

r al suelo, pues si no lo hago caeré en cualquier momento. Intento tomar el barandal para

do un tanto grosera sin deja

rente a mi. Intento empujarlo, pero me es imposible. Se encuent

en, es el sujeto. Mi mirada se cruza con eso he

am

tras se le forma una sonrisa en la comisura

más falsa la que

y a bajar. — le pido s

para nada un secreto que intento esc

sado en mi

ejar de mirarme a los ojo

uro bajando la mirada. Sus

— dice, burlón. — Si q

ra a uno de los cuartos. —

res segundos me basta

nico; aún más sorprendida estoy yo por lo que acabo de hacer. Rozando su brazo bajo rápidamente media

rimera propuesta de publicidad a través de las redes sociales y saques tus puntos más importantes

oda prisa y me encuentro con Cristina q

na mirada

o caminando al coche sin detenerme.

bria o eso creía hasta que ya me encu

#

ento que me va

ode

cama al ver cómo Cristina

en su casa. No quiero ni pensar en lo que me h

da que puede — Me salí un instante — suspira. — Ni

De verdad? Para mí

na cerveza, eso es todo. —

— vuelve a suspira. — Olvídalo, mejor dime por q

ta? ¡OH

oria de la primera propuesta de publicidad a través de las redes

r sobre la cama mientra

ijiste eso? — pre

testo disgustada. — ¡

de reír tanto — Golpeas a un chico y e

e a echa

— digo desconsolada. — No sé qué h

tá. — suelta otra carcajada y yo

Grac

mo resolver este

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