LA ASISTENTE DE PRESIDENCIA

er cuando las puertas del ascensor

a angustia y el trotar de su corazón por la carrera dada d

se daba por enterado de lo que sucedía a su alrededor. Ella lo

ige —respondió aún con

ingeniero Rossi, lo nece

sor retrocediendo de forma lenta sin retirar su mirad

a sucedido, pues estaban nerviosos, respiraban agitadam

ntrario estaré todo el día en el

dice

Qué c

s empleados estaban de aquí para allá en una carrera con

mexicano, el señor Miguel González, pero primero debían hacer el diseño arquitectónico

rios más jóvenes en la historia de Inglaterra, y para la constructora era la opo

casi por 45 minutos. ¿Dónde estabas? Te ves..

jos cerrados y respirando profundo cuando recordó el exquisito, p

ue dormí bien —resp

y yo me chu

lo tú l

rturo —Bruno l

njó el tema—. Señorita Paige, por favor, todos a l

ñor en

reojo mientras bajaban hacia la sala de juntas—. Tu eres el hombre más irritan

leados que transitaban los pasillos los miraran—. Ya te dije que no me

°-°

entender porque anhelaba tanto la cercanía de Arturo Franco no había razón para sentirse a gusto con un hombre

s que no escuchaba al hombre que le

ablando... —dio un respingo a

escuché entrar —dijo colocándose l

bías algo de mi hijo

, creo que todo el equipo está finiq

gesto de sorpresa que pasó de

unque eso es solo el comienzo de lo que tengo preparado para él y tu eres q

or, pero no l

e preguntaba como ibas con los preparativos pa

Grosvenor House London. Gracias a Dios que tienen el viernes libre y no será problema, hoy y

ficiente —ella le dio una cálida sonrisa—. Iré a la sala de juntas, quiero est

en respuesta, no quería decir algo que la delatara hacia

°-°

ojos. Arturo, Bruno y todo el equipo de trabajo lograron, más que un hotel y centro comercial, representar la idea de los inversionistas en un

uentro la palabra adecuada —dijo el hombre

erm

ento

lencio, mientras dirigían sus miradas

entario y se sintió intimidado en no haber cumplido a cabalidad con las expectativas de sus clientes, pero cuand

ález, sino también al presupuesto que realizamos para su inversión —dijo

acio y lo revisó, no de forma minuciosa, p

e es el valor? —preguntó e

ubir los precios que ya fueron presupues

aja habló con sus acompañantes, otros dos hombres de similar esta

n silencio sepulcral que hacía s

vio que los hombres se acercaba

o, haciendo sentir en el ambiente intriga y terror. No pudieron co

oyecto que nos han presentad

y exhalaron el aire que tenían retenido desde que inició la reunión. Todos apla

iano dando un abrazo de felicitaciones a su hijo y a su ahijado—. Creo que

ndo duro desde que el señor González nos contactó, bueno en realidad todo

a salir en dirección a un restaurante cercano y así no tener que ausentar

nó don Maximiliano, saliendo en dir

favor, papá —acotó Arturo tomándolo del codo

r por Rebecca, es i

que participó en este proyecto está comple

orque es mi asistente y muy pronto

Mí

do presidente necesita una