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POLVO DE EL DORADO

Capítulo 5 Parte Cinco

Palabras:1971    |    Actualizado en: 23/03/2022

ítu

squivando personas en la calle, se topó con el mismo Romualdo. Aunque intentó escabullírsele no pudo. El hombre arma

hacienda de las hermanas Moncada. Iba con el plan de evita

n poder de Romualdo, Bravo i

do viéndolo recobrar el conocimiento

nmigo golpeándome a tr

de digno. Venimos a cobrarnos nuestra

diablos

o lo recuerdas te lo voy a refrescar. Al robar el banco en Asunción quedam

ixto —. Sólo dinos do

go nada! — l

igo Bravo. ¿Dónde

esa gente muy jodida. Eso fue lo único que ha traído esta maldita

tro oro con esa gente a lo Robin Hood? — d

Puedes creerme o no,

eteó con fuerza y sin nin

mo nos vas a decir donde tienes

oy vide a Bravo platicar con una vieja conocida suya en

¿Con quién h

pero ella no sabe nada, palabra — dijo Bravo con

hija del go

niña Aurora, pero a según me par

segur

stoy devisando

omprendía nada. Por un instante

tó Romualdo —. ¿Y dónde está mi españolita

que me habl

iensas de

ue no sé de qu

a la monja con

i lo supiera n

amaba Aurora González o

qué diablos

espués que la ayudé se me volvió ojos de hormiga y desapareció. Siguiéndole el rastro llegué a Monterde en Puebla. Allí la volví a mirar. Pero allí s

¡Ella es una

es si la

lo quieres

Romualdo Parra no se burla naid

s que permita que le p

en el pueblo, su hembrita va cada tres dí

es la vamo

hermana en su carreta. Llevaba que

cuido la tomaron por sorpresa, llevándola contra su voluntad a la g

mi alma — le dijo Rom

¡Ee un traicionero que lo sepa bien

itación Brav

ómo quieres que te llame ¿Paloma o Auro

acerque m

quí la conocen como la herma

me voy a cobrar aquel favorcito que te hice y que nunca me pagaste mal

que máa o juro p

avo impotente —. ¡Si la tocas

alivio reconociéndolo —. ¡Ayúdeme

ermana vamos

esta hermosura me las pague... Así que primero lindur

de que ha

só a la mujer a fuerza, pero ella lo e

ermosa — di

iberas yo mismo te diré donde hay tanto oro

mualdo fue

cup

bota — le di

sacar una pepita de

! — dijo Romualdo i

Dorado —

l mundo sabe que ese lu

o logré dar con el. Y si libera

Roberto! ¡Se lo

rimero voy a sacarle un par de

da comenzó a estrangularlo. De pronto le exigió su arma y le acercó el cañón a las costillas. Ama

huyeron a caballo de la guarida de R

? — dijo Bravo deteniendo el c

arga histo

odo Paloma Aurora Agustina.

comprender se

ablé p

e una histori

más. Y yo soy todo oídos. ¿Usted que tiene qu

se infelii le ha dicho.

ino. También

si y

e ent

ustee no soy

ga... Si ni se le

"oiga". Y no se

quién huye? ¿Es del tipo e

si y

no la estoy

cuente too desd

los y s

que corrió con la mala suerte de nunca see adoptada. Cuando me convertí en jovencita, der mismo orfanato me ayudaron a conseguií un empleo en una

jo Bravo abrazándola—. ¿Qué f

tenía huí a México. En el viaje conocí a un hombre, Silverio Ortigoza. Por la coincidencia de mi apellío, él me ofreció techo, comía y pues vestíoo. Todo a cambio de... de engañaa a un par de anciana de la Zacateca. Yo sólo debía fingii see... pue see su sobrina de e

el tipo de

tado huyendo. Primero

dijo Bravo c

Yo tan maa bruta y sin conocerlo fui a pedírle ayuda y ya sabe ustee

lo de se

lla vendía queso y frascoo de conserva en er mercao. Ella me tendió la m

usti

Si

e las ca

ijo la mujer furiosa —. ¡Sepa que soy

ua con la monjita... Pero ahora lo comprendo todo..

Amanecee

scando a una mujer que no existe oiga. Que tal que resu

A lo macho oiga! ¡Soy

ta Amanecer Villarreal, soy Roberto

o que le diría donde está Er Dorao a ese

le diga que esa pe

la mujer quedando

con ternura la

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