El sueño de las flores moradas

ando varias cosas. Aunque al principio no habían logrado conseguir casi sobrevivientes, durante su separación, Florentina, j

l en el cual poder establecerse, utilizaron todos los conocimientos que habían logrado obtener durante su estadía juntos sob

a poder contar con la fuerza necesaria para contrarrestar cualquier ataque. Es por ello que sería necesario el tener que enviar a algunos

quisieran acercarse a ellos y atacarlos. Aunque sabían muy bien que entre los que se habían convertido en Flormor e

vo ni mucho menos eso les podría garantizar la sobrevivencia de los demás. Entre la mentalidad de tener que estar dispuesta a buscar una forma en la cual poder mantener a tod

pturado por esto y se lo llevaron. Por supuesto que él no fue el único involucrado en esto, pero al final de cuentas, el resultado de esta expedición se pudo n

durante el tiempo que estuvieron en la casa abandonada. Entre las diferentes misiones que se realizó para poder conseguir algunas cosas sobre los Flromor y todo lo que estaba pasando, llego a darle curiosidad sobre cuál era el secreto que tenía esta c

podía ver la pintura que se había derramado cuando la usaron. Ella quito la tapa de la cubeta y sólo noto que era pintura común y corriente de agua. Esto no parecía ser nada del otro mundo en ese momento. Hasta que, mientras e

r pintando ese lugar. Pero, justa al entrar en la habitación, fue que los vio ahí. Justo en la habitación de sus padre

para irse, de pronto sintió una respiración profunda que provenía de atrás de ella. Ella, sintiendo un escalofrío que recorría todo su cuerpo, por un momento llegó a quedarse paralizada mientras sentía como su corazón llegaba a latir cada vez más rápido y sin siquiera sentir que saldría viva de esta situación en la que se

, no mires atrás, todo debe de estar bien, así que no mires atrás – y así sucesiv

lormor, al oír eso, se detuvo y dirigió su mirada hacía ella. Florentina se quedó petrificada y mirando aquella penetrante m

junto al Flormor y, al momento en que lo tocó, le hizo sentires mal y empezó a salir de ahí

ser cada vez más lento y tenía que apoyarse de la pared para salir de ahí. Florentina se acercó a él sin siquiera duda

cia y continuó dirigiéndose a la salida de la casa. En este momento el Flormor no tenía ni la menor intención de ser

ccionaba ante lo que estaba sucediendo, se acercó a una silla que estaba cerca de ella para luego tomarlo y, con una gran ira que se apoderaba de todo su ser, la tiró con todas s

pareciera raro que en esta ocasión no había llegado a enloquecer el Flormor, aunque en ese entonces no lo sabían por lo que le tenían sumo cuidado ya sea de día o no

en desventaja hasta que se activara después de unos minutos después de haberse despertado. Es por ello que, antes

recuperando sus fuerzas. A pesar de que no hubo ni pelea ni nada por el estilo, el simple hecho de haber sentido aquella presió

speraba. Pero, al encontrar aquella cubeta de pintura y la brocha, estaba de tan buen humor al saber que podría utilizarlo para asentarse al fin y estar fuera del alcance de los Flormor. Después de lo que le había s

an capaces de entender de todo lo que trataba esta pintura y sólo había una forma de entenderlo y eso era… Bueno, sin importar lo que tuviera que hacer, Florentina estaba dispuesta a conseguir esta fórmula para usarla como una media en c

ue crecer tan rápido como para tener que ser tratada como un adulto que debe de preocuparse por muchas cosas y no puede disfrutar de nada. Si… si… – apretó su puño contra su pecho por un instante – si tan sólo pudiera conseguir otra oportunidad de tener una vida normal, tranquila y que pueda divertirme. No lo dejaré pasar de nuevo. Si tan sólo las cosas se arreglaran con desearlo y creerlo pero sin tener que hacer algo por uno mismo, tal vez… sería algo mejor que tener que estar preocupada por todo y de nada a la