El Invitado de la Boda
se aventurarme a vivir en una de las ciudades más famosas del mundo y no todo salió como yo creía. La ciudad de Nueva York no es tal como la muestran en las películas. Los retos son aún mayo
tu nombre no está bien posicionado,
rales incrementan cada día a consecuencia de que muchas empresas deciden trasladarse a la calidez de esta ciudad para poder mantenerse operativas durante todo el año. Lo que no cambiara jamás es el gran aprecio que me tiene David Parker. Él siempre me ha ayudado en todo, incluso cuando fue mi profesor en la universidad. Aún recuerdo el día que obtuv
nunca desde el piso 22 de uno de los edificios más exclusivos de la ciudad; sitio donde vivo gracias a la herencia que me han dejado mis padres al
yunador y observo una vez
itan cordialmente a la boda de sus h
versidad de Los Ángeles, pero ni siquiera en ninguno de los veranos me la he cruzado en la empresa. Tengo entendido que ahora es la gerente de marketing de la firma, y que se r
a la ducha y dejo que el agua caliente relaje cada uno de los músculos de mi cuerpo. Mi mente viaja por diferentes caminos mientras me ducho, pero debo regañarme y decirme que no
s más importantes de la ciudad y tengo entendido que los invitados son de un alto nivel económico, ya que ese es el circulo de gente con
.
iempo guardado en un depósito, y bajo a toda prisa para intentar llegar antes que la novia. Los dos homb
sonríe -Tú y tu impuntualidad Martin.
o estaría tan pesado. - Me excuso, pero su mira se
ta de que algo muy especial está sucediendo y necesito saber que es. Al darme la
ia del bronceado natural, cabello castaño claro, labios gruesos, y unas curvas que invitan a ser
rante. - Le dice Davi
Alai... la única
e con orgullo y la vuelve a mirar -Hija, él es Martin Daniau; el soc
erdes me miran fijamente y luego hacen un paneo general de mi persona para luego regresar a mi
stro. Su aroma intoxica, su cercanía consigue un efecto en mí que no lo he sentido jamás, y