Killiam El Despertar
traño sucedía dentro de mí, podía sentir que mi cuerpo ardía,
apaciguarlo. Mi organismo se sentía pesado como el plomo, algo o alguien acaricio mi frente, limpiando g
os, contempla tu nueva vida y
r fue apaciguándose, pronto todo mi cuerpo se sintió liviano, tranquilo. Intente abrir mis parpados, pero no l
uerte olor a sangre a mi alrededor, también olía a humedad, a tierra mojada, a bosque. Mi nariz inhalo un po
tanales, la luz de la luna se colaba por una de ellas iluminando una parte de la
ugar allí de pie se encontraba un hombre, un alto y apuesto hombr
tí miedo, sentí pánico de ese hermoso ser que se encontraba mirándome en la oscuridad, de sus labios se desprendió una s
tengas miedo, dime
e la había escuchado en mi cabeza. Pronto la sed nuevamente rasgo mi garganta y u
risa fría, macabra que me helo la sangre haciendo que un escalofrió recorriera mi espalda. Este ho
o lo noté, creció. Una pálida mano se acercó a mi rostro, su contacto era frio. Gi
caía en su frente, dándole un aire juvenil, sus ojos azules poseían un brillo maligno, una línea más oscura rodeab
ía su rostro dándole ese aire rebelde, su belleza me tenía hipnotizada, simplemente había dejado de parpadear para no perderme ni por
e estaba haciendo insoportable, el hombre se sentó a mi lado y me tendió una copa que lleva
spero, arrebate la copa de sus manos y me la tome de un salo tirón. En cuanto el líquido
blo con una sensación extraña, separe mis labios del cristal y mire a los ojos de él, su sonrisa era amplia; hermosos dientes blancos b
ce sabor de la sangre te abre las puertas a tu nueva y oscura vida
mis oídos, pero sus pal
ngre, de que e
a en mis manos y contemple en el fondo un líquido rojo,
ada que tenía ese brillo juguetón, pícaro y lo hacían ver aún más juvenil, aunque
, puedes a
ama en la que me encontraba. Me pare frente a él, sorprendida. Era más alto de lo que esperaba,
as tinieblas a mi lado y serás la reina de la
egura que se debía al hombre frente a mí y estuve segura de
bemos irnos. Estamos en territorio del Clan Gremory, -hizo una breve pausa y murmuro en tono divertido, burlón- no que
el fuego que estaba en la chimenea, camino hacia la puerta en total oscuridad y salió por ella. Comencé a andar con c
a atravesé. Me encontré en un pasillo largo y lleno de puertas, doble a la derecha hacia
corazones latir, la sangre recorrer las venas. En cuanto ese pensamiento llego a mí una oleada nu
mi garganta, mi respiración se aceleró y comencé a hiperventilar, sentí
pie y continúa an
nte hasta que tuve nuevamente el control de mi cuerpo
, justo ahora todo es demasiado para tus sentidos -me explico y lo
e parecerán hermosas, un ligero olor será multiplicado y las sensaciones serán experiencias sublimes que te harán perder
stia enloquecida guiada por su sed y no tendré más remedio que arrancar tu cabeza -esto último fue un susurr
n mi cabeza, regresaron los sonidos y las sensaciones de mi alrededor, sentía como los animales fuera de la casa se movían entre los árb
l latir de mi corazón solo concéntrate, fija todos y cada uno de tus se
lencio, mis ojos podían ver perfectamente en la oscuridad, podía percibir el olor
, ramas y cualquier cosa que se pusiera en mi camino, mis pies se movían co
me fui acercando a el lentamente, iba vestido de negro, unas botas negras, un jean negro que se ajustaba a sus
isto en la casa volvió a aparecer, parpadee pensando en que era un
ios metros detrás de la línea de los árboles, pero aun así no logre divisarlo, me concent
o se enrosco en mi cintura apresándome con fuerza, y otra
o grites, solo o
o dándole espacio y acceso a él, donde lo sentí respirar y posar su lengua en él, una bocanada de air
er de ti ahora -sentencio con un deje de frustración en el tono- te necesito fuerte, de regreso tendremos
mí y sentí como mi cuerpo se relajaba, como recuperaba el control
del pueblo, esta
lidad, lo seguí en silencio, poco a poco los arboles fueron abriénd
o a poco más cerca de estas, Killiam se detuvo y lo vi olfate
pañía y una
iaturas, podía sentir sus corazones latir y la sangre correr sus venas, también podía distinguir ciertos p
que las criaturas se detuvieron en seco al notarlo, sentí su nerviosismo, de pronto se escuchó
u fuerte presencia me hizo sentir pequeña, débil y desproteg
arda
lo pude sentir su presencia y como se movía hasta acercarse a las criaturas. Pronto los
nerviosismo y su miedo se intensifico y se convirtió en mi miedo. De pronto un aullido d
aullidos de lobos a nuestro alrededor sonaron, la angustia en las criaturas que es
algo moverse a mi lado y me sobresalte al verlo parado junto a mí, con una sonrisa maquiavélica y sus
l olor
timiento de dolor, angustia y rencor creciendo en las criaturas, los aullidos aumentaron siendo
bscura y una cazadora negra como la de Killiam, todo quedaba muy bien en mi cuerpo
a a cerveza y música, un bullicio atronador que amenazó con dejarme sorda, tape mis oído
, no dejes que
ente, se acercó a la barra y pidió 2 cervezas, se sentó indicándome que me sentara
icaba, en una mesa cercana a la puerta estaban un grupo de chicos, todos muy guapos riendo y brome
lo que aun duerme
al joven que de vez en cuando volvía a mirarme, pasadas las 2:30 de la mañana el chico y sus amigo
cervezas y me hizo seña para que lo siguiera, caminamos a cierta distancia del grupo de chico
a, le dio un golpe en el cuello y este cayó desmayado sobre su hombro. Con una facilidad
y lo perdí de vista hasta que el repentino y fuerte arma de la sangre despertó mi controlada sed. Sentí como dentr
e mi cuerpo estaba reaccionando de esa manera ante el olor de la sangr
na pared su rostro inclinado hacia su cuello, cuando se apartó de el un hilo d
ebe y d
ue sentí sus manos en mis hombros, su res
sentidos te dominen -continúo murmurando a mi espalda- respira, siente el palpitar de su corazón acompasa tus latidos, escucha su sangre flui
rias marcas de mordeduras horribles, apenas si salía sangre de ellas. En cambio, yo estaba cubier
a de pasar. ¿Yo había hecho eso?, yo había desgarrado su cuello de esa forma, sus oj
ontrolables lágrimas de desesperación y dolor an
ome de la bruma que el miedo y
rcan y gracias a tu pequeño desastre
quede de piedra. No entendía nada
ni nada, solo sentía pesar, tristeza y un miedo que fue creciendo en mi interior confor
e lo que le has hecho a este joven no será ni la cuarta parte de lo que Vincent el líde
con una poderosa y valiosa sangre -esta vez la arrogancia teñía sus palabras- llevas mi sangre en tus vena
lo seguí. Con una elegancia clásica de la realeza me tomo en sus brazos, su
ía golpeo el costado de mi cuerpo y e
e enfrentarte a tu nueva realidad y co
poco a poco y un letargo lent