Killiam El Despertar

… o eso creí, mirando a mi alrededor, pues no estoy en mi habitación, tampoco estoy en mi casa, una gruesa capa de ho

alrededor a Killiam, mi creador, pero no lo veo, me concentro en buscarlo a través de s

premiante sensación y recordar los acontecimientos de la noche anterior, recuerdo el brillo de la luna sobre mí, luego un dolor

celerarse conforme voy recordando lo ocurrido— Killiam mordiendo su cuello y luego

convierten en un fuerte y doloroso grito que desgarra mi garganta e inunda y hace eco en todo el bosque, en cuanto dejo de

rror se apodera de mí, mis manos cubren mi boca haciendo un intento por amortiguar y apagar el so

istancia, siento una, dos, tres, cuatro presencias, escucho sus corazones latir, siento su excitación y la expecta

ta

espalda, algo se acerca por allí, oigo pasos delante de mí, sobre mi cabeza escucho ramas moverse y hojas caer, estoy rodea

s planes, en la oscuri

a un metro de distancia de mí se

respirar sobre mi cabello, trago el nudo en mi garganta y respiro profundament

sus rostros, pero siento son poderosos, detrás de mi hay una cuarta persona, una de las

s ojos de Killiam, su nariz es perfilada y sus labios están apretados en una línea fina, su cabello rubio es largo y rizado

puedo entra

a, me sorprende, intento decir algo, pero no logro hacerlo, ella continúa caminando hacia

ist

y sonríe, una sonrisa fría pero hermosa, g

ele como el —el encapuchado a quien e

definitivamente es su hija —Cristal comien

sina del pueblo ¿dónde está tu c

está, me encuentro sola con cuatro vampiros que es evidente tienen muchísimo pod

s segura de lo que pensé incluso de lo que me siento,

ien es no hacer nada, entonces eres

midante, escucharlo me ha dado más mied

iene miedo de ti — no me pasa

vuelve a reír, esta v

t que va

jo. Vincent es el líder del Clan Gremory, por lo que esto

Clan Gremory? y

ha de Cristal. Esta abre su boca apunto de decir algo, pero se detiene y mira

venios establecidos en la actualidad, además eres hija de un pura sangre que tenemos siglo

mo Cristal me mira fija

ntrar —mira al vampiro de

a un hombre maduro, de cabello castaño y ojos color miel, da u

s! —su

Vincent descubre su rostro y veo como la sorpresa esta dibujada en cada centímetro de su expresión, las llamas comienz

posi

mi con paso decidido, pasa

ingue en las manos del

D

nto la presencia de Dru a mis espaldas, pero no siento que nada este pasando a mi alrede

ojos noto el brillo rojizo y un temor extraño se apodera de mí, estoy nerv

n un susurro insegur

apretando con fuerza, me levanta del suelo y mis pies quedan suspendidos en el aire. Me cuesta respirar, comienzo agitarme

te mu

, lo golpeo intentando que me suelte, pero solo aprieta con más fuerza. Comienzo a perder las f

hay cuatro altos vampiros frente a ti y ninguno ha podido hacerte daño a

s piernas y pateo el pecho de Vincent con fuerza para liberarme de su agarre. Este se tambalea y afloja la presión lo sufi

mis ojos la veo caer al suelo, sangre brotando por su nariz, a su espalda Evan está con los pies ligeramente separados del suelo luchando con una fuer

Killiam, d

omo Cristal y Evan son presas de alguna treta hecha por mi creador. Al cabo de unos instantes de mirarse Killi

cerles daño —los mira despectivamente y continua— patéticos mestizos, como puedes rodearte de seres tan insi

us ojos azules me observan y son

uego —el peso de la

por lo que bajo mis ojos sumisa ante tanto poder. Killiam pasa po

acer era esto no?

brazos hasta el codo, donde lo sujeta con fuerza y luego continua su recorrido hasta mis hombros, apa

ente y susurra— Ignis —de inmediato siento como

oportable y las lágrimas comienzan a salir de mis ojos, miro a Vincent implorando

ho moverse y ponerse frente a mí, pero dándome la espalda luego sin más las cadenas invisibles que

Reviso mi brazo y veo como está comenzando a sanar, el ardo

urla— no creo que tengas mucha oportunidad con —les da una mirada vaga a los que acompañan al vampiro y con

beza y este desaparece tan rápidamente que ni noto hacia donde se h ido. El líde

respuesta a su pregunta es u

e insignificante. Killiam tiene ese poder de hacer sentir

por tu territorio —Vincent se tensa y mira con desprecio a Killiam— ahora toma tu basura y anda a

ado. Killiam se gira hacia mí se agacha y sostiene mi brazo examinándolo con cuidado, viéndolo así de cerca una furia co

irnos —la ira llenand

ue los Gremory estaban cerca —le espeto perdiendo el control— luego permites que m

nto no sé qué ha pasado, solo sé que de pronto estoy contra uno de los troncos de

s de mí, su reacción hace que el enojo crezca aún más en m

éltame

disminuye, pero vuelve a dejarme sobre el suelo otr

mi boca con desesperación, con ansias, luego separa nuestras bocas un poco enterrando su colmillo e

uello estas descienden por mi cuerpo, hasta posarse en mis caderas, donde siento un pequeño apretón mientras de su

torna más apremiante, más intenso más pasional, pronto sus labios

lo aparta y comienza a besar mi cuello, siento como su lengua desciende por el borde de mi

uevas, n

us besos me es imposible. Killiam continúo besándome hasta que lo siento sonreír en la línea entre mi cuello y mi hombro. Tras respirar profu

de soltarme, pero no lo logro, intento gritar, pero estoy bajo el extraño hechizo que su voz le hace a mi cuerpo, pro

conocimiento, separa su boca de m

clara advertencia que se pierde en m