Una cuestión del destino
na profesional con mucha certeza, sin embargo, el arte es subjetivo y existen muchas clases de arte. Había quienes en mi clase les gustaba la fotografía, otras persona
biar al otro. Era nuestra particular manera de entendernos, supongo que así fue como entendí que su arte interior no estaba solo en di
creaciones, creo que, sentía mucha más duda de que lo leyese siendo consciente de que relata sobre compañeras de clase de forma erótica. -¡Claro que me gustó! La idea de que escribieses en su cuerpo es bastante creativa.- esbocé una sonrisilla para animarlo, aunque sé que
chos chicos se me insinuaban, jamás quise una relación por ese entonces. Se podría decir que Milo sentía amor por su relación y yo sentía pasión por el arte. -¿Qué harás después de que acabe todo?- murmuré en voz baja, en medio de la clase de Historia. -IÉl gozaba de tener una familia más privilegiada que la mía, pero eso no me paraba los pies y tendría que empezar por alguna parte.-¿Y tú? ¿Qué vas a hacer?- Milo preguntó tras su contestación, esperando una respuesta igual de eficiente -Haré Ilustración, ya s
lo mejor que hagas.- sabía perfectamente que nuestro destino se estaba viendo finalizar, poco a poco, mientras llegaban los días finales del curso que transcurría. -Entonces solo queda desearte buena suerte.- replicó Milo co
último curso, añorando buenos momentos con los compañeros, anhelando los días en que Milo se metía conmigo. ¿Quizás acabé sintiendo algo por él? No lo sé, nunca lo puse a prueba, nuestro