El Destino de la Luna Rechazada

vista d

so, y me preguntaba si había valido la pena. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, cuando dejé de sentir dolor. El mundo que me rodeaba se retorcía y giraba horriblemente. Lo último

mi compañera, m

pañe

mi salvador. Aunque mi visión se había vuelto por completo borrosa, pude haberlo vislumbrado, pero los detall

estaba en una habitación que nunca había visto antes. En las paredes blancas y nítidas, varias pinturas de hermosos paisajes colgaban, y una alta planta verde estaba junto a la puerta. Esta era una habitación en extremo limpia. La cama en la que estaba recostada era muy cómoda, y sentí la suavidad de la colcha mientras pasaba mis manos sobre ella. ¡Ni siquiera necesitaba doblar l

orpresa, me di cuenta de que tenía cables y tubos extraños que conectaban mi brazo a esas máquinas. También había una máscara de o

ir aquí?', me pregunté curiosa. Se veía incómodo, con los brazos estirados por el borde de la cama. Él llevaba mangas largas, pero, incluso con eso, podía decir que era musculoso. Su rostro estaba vuelto hacia mí, como si se hubiera quedado dormido mientras me obse

ado, estaba inqui

asando?'', le pregun

Compañero!'', c

é quieres decir?'', ind

e es nuestro compa

las de

ma llenó mi nariz y... fue increíble. De alguna forma, algo como un interruptor se encendió en mi cuerpo, y comencé a se

beza. Tal vez necesitaba una ducha fría. Fue entonces

Sabía que él era mi salvador. Para quedarse dormido así..

recuerdo nada después de desma

pañero. Él nos salv

bre me subían a una camilla y me metían en un coche... y no cualquier coche, era una limusina. Luego llegamos al hospital, y me llevaron rápidamente a la sala de emergencias, donde le informaron que necesitaba cirugía. Vi su rostro llenarse de

ando de relajarme, pero Daisy estaba demasiad

brió la puerta, y un

uedamos viendo el uno al otro. Una brillante sonrisa pintó sus labios, y su expresión

reguntó rápido. Su voz era magnética. No pude apar

ués me di cuenta de que había preguntado algo estúpido, porque debió haberlo desc

que eres mi compañera... Soy Peter, p

o, me quedé s

ente? Necesita tomar algunos medicamentos", d

e pregunté con dudas, porque sería me

o, y se acercó a mí. Apretó un botón, y sentí que la mitad superior de mi cama se

y la medicina. Después de tragar la píld

sonido e inmedia

no y me miró a los ojos, lleno de amor. Parecía que ni siquiera quería dejarme al principio y, tras alejarse, miró hacia atrás justo

ara todos ellos y, por eso, no pude evitar preguntarme cómo les estaría yendo el día de hoy... ¿Morirían de hambre sin mí? Bue

simple vista, ella era muy diferente a la doctora en la manada Slaughter. R

do muy rápido!", celebró la doctora, y

cuerpo estaba tan acostumbrado al dolor, tras todos los gol

ora me sonrió, y no pude evitar estar de acuerdo, al mirar mis frágiles brazos. Aunque yo era quien cocinaba en la villa, eso no quería decir que pudiera comer de lo que preparaba. No podía comer ni lo más mínimo de eso. A lo sumo recibía las

terior y, pronto, una línea de carritos entró rodando, y Peter vino con ellos, con u

ará su recuperación, y la mantendrá alejada de la desnutrición", él soltó. El

durar días! Había comida habitual para un desayuno, como huevos, salchichas y gachas, en un carrito. Otro estaba lleno de pizza, bistec y p

staría probar prime

nunca me había preguntado qué quería. No me había sentido tan amada, desde que me quedé solitaria

me a la doctora?". El rostro de Peter cambió, desde la

nadie ha sido tan bueno conmigo en much

mereces todo esto! Eres mi compañera

Me había llamado

ntir a Daisy feliz, saltando y au