Aprendiendo De Ti

su sola presencia y sus caricias. Stephen reparte dulces besos en mi mejilla derecha, para luego, deslizar sus labios hac

s para poder vernos— su voz sigue

temente en los pas

o siendo tu mayor por dos años

ojos con

No me importa ese hecho; de todos modos, la diferencia de edad

o del copiloto. Lo escucho colocarse la rop

cabello con los dedos — No te adjudica mágicamente el

labra — sacude la cabeza como si yo n

Me dejara así sin más? Sin embargo, no permito que siquiera lo sospech

casa,

io? — increpa con cierto

i novio, es m

os en señal

e los veo e

ayoría de las veces — me

cupo por tu reputación. Tus juegos

me ajusto el cinturón — Y haz el favor de poner esta chatarra en marcha,

rando por la ventana.

omenzamos a salir. Nunca. Y el que lo haga ahora me molesta ta

rlona lo que escucho. Giro

n beso en los labios que me deja sin respiración y sin argumentos «¿Por qué era que discutía hacia apen

un ma

e pro

provocarte

poco de molestia cuando termino de c

ó preservativo? — i

de mango. Sorprendentemente es lo único q

odando

brazos — ¿Por qué no lo usó las veces

bamos

do la oportunidad para soltarle la bomba y ¡Zas! — palmea la mes

egaño en un siseo — Estamos a p

! — chilla — No po

Cher — me encojo de hombros — Tal

oceder con respecto a este tema se basa enteramente en lo que o

ada de sus oj

el vaso a un lado — No tienes ni idea lo d

— se pone de pie — Mejor me voy y hablamos después

or son bastante fre

o so

toy un poco molesta pero no olvid

io — Eres

a y sacude la mano a modo de

antes de distintos grados caminar y reír frente a mí. Seguro que cada uno de ellos tendrá

é con Cher. La observo con anhelo y miedo. Toco lo que se supone es

garganta se

rle ni que tú estés sin esa figura en tu vida — susurro a

ás haciend

ndo la recojo y guardo enseguida. Alza la cabeza para

Car

ores amigos de Stephen, y q

lleno en el rostro y su cabello rubio está perfectamente p

un susto

un

n feo

ndo el lugar vacío que

Mi reacción es natural, y cualquiera

? — vuelve a sonreír — ¿Por qué ya no veo pulul

razada» — Solo tengo los p

licidad — ¿Irás al próximo partido? —abro la boca para responderle p

son

cie

ejos y que mis gritos de euforia se pierdan entre la multitud. Incluso cuando no éramos nada y él no notaba mi

enamorada de

rostro con

ienta vergüenza — lo observ

nita. Pero, no te preocupes —

s ojos — ¿Qué haces

como te vi sola decidí acercar

caj

a, C

tbol. Sonrío, estos chicos sí que se hacen notar. Mi sonrisa flaquea cuando noto que Stephen está entre ellos, y está

tu humor no decaiga. Sabes que eres demasiado buena p

tu mejo

no opinar demasiado en lo que respecta a su rel

soy la

una amiga a la cual aprecio bastante. Ya

aba de arruinarse — b

correa de su mochila por encim

ones al corriente sobre esos exá

sas y acepto

imas horas — empezamos a caminar — ¿Seguro que aún recuerdas

pero puedo defenderme. Seré de gran utilidad para

Carter. No p

la n

ra poder dormir a gusto por muchas horas que, lastimosamente, se verán i

chila contra el suelo. Cierro la puerta con seguro

me ganan y a paso vacilante me posiciono frente

sem

rece que estuviera levemente hinchado o que he subido un poco de peso. Pero sé que

encariñar

cido qué haré con él ni cómo proceder pero no puedo quererlo. Me rehúso. Al final todo sería

z de mi consciencia se hace presente e

o y

ejar los pensamientos qu

sacando más panza, haciéndome una ide

barriga escandalosamente grande — adviert

abitación, antes de entrar al baño enciendo los pequeño

ntos necesito