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PRISIONERA DE LA BESTIA

Capítulo 5 IV

Palabras:1149    |    Actualizado en: 18/06/2021

ra

ar en el poder de ayudar desinteres

idad del agua cuando está en calma y a la vez apagada por los golpes y la tristeza, eso causó qu

or eso sé que cuesta reaccionar con la cabeza y muchas veces no tenemos tiempo a p

—cuestioné mientras ll

or

lo nec

un psicólog

e lado a

go sino también como persona, protege

o está lastimado, pero soy más fue

éeme que noto en tu piel lo que has aguantado, pero decir BASTA no e

que estaba a punto de salir de ella por

de antes, solo espero que me diga que sí aunque p

que no quier

uidaré a costa de quien sea, intentaré

observar ni un solo instante, donde siento mi corazón emocionado

oteger a los míos que depende de mí, que de alguna manera si me re

, ella estaba siendo amenazada y esa es la clave par

én, solo acepta y no

o una linda e impactante sonrisa, pero lu

continúen tal y como están. Han sido seis

corporó para irse, pero mi voz l

do vas a de

me abandone cuando mi cuer

odo es que me asustaba la idea de que ella me temiera por el simple hecho de ser un hombre y que pensará que todos somos iguales a su agresor y realmente eso no era cierto. —Cancela todos mis viajes al extranjero, y coméntale al Sr. Montero que no podré visitarlo, que si quiere viajar a España lo estaré esperando en mi consultorio, y que por p

ra

o hacerlo, ya que no depende de mí nada más, y sé que Andrés es muy agresivo y cuando me amenaza en hacerle daño a mi hermano s

o y mi piel se estremeció por su tacto.—Lo siento—

ardé silencio al recordar las he

nte y continu

ndrés cambie, que vuelva a ser el mismo del que me había enamorado, pero los años siguen pasando

tó Luna mientras tenían media

toy— miré

entras sostenía

é dejas qu

mirada que estaba preocupa

s que se aproximan a mis ojos. — No puedo evitarlo, él me asusta, además él dice que mi vida no será la misma sin él,

la gente que me rodea, lástima, pena y eso es lo que más me dolía. Porque ya no queda na

es ser

ero mi esposo no

— me guiña un ojo. —Total somos compañe

e mis mejores s

a tener una amiga con la que pod

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ástima. DI N

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