En las manos del presidente

de su ombligo. Era una de esas cicatrices que te marcan de por vida. Ian tensó la mandíbula pestañeando varias veces

la cama en cuanto Ian se despegó de su c

te guiaré en el recorrido de la habitación para que sepas

que su amo llegara por ella. Su brazo fue tomado con más fuerza de la

fue muy tenso para ella, porque no encontraba la forma de quitar la mano del alfa de su brazo. Pestañeó v

ágrimas contenidas desde hace un buen rato, ahora que estaba sola no sabía qué hacer. El único recuerdo que tenía de su

el país pasando el peor día de su cumpleaños con un alfa del que ni siquiera sabía su nombre. Lo único que sabía era que este e

nacer con vida por culpa de

u amo llegará para terminar con su vida después de haber visto sus marcas en c

ecir verdad. Le era sumamente difícil de creer que ahora podía pertenecer a ese asqueroso alfa que había intent

sus fosas nasales de inmediato. Bajó de la cama colocándose de rod

llas — la tomó del brazo levantándol

de aquí para hablar por teléfono — susurró, intentan

en la cama otra vez —. Aún no te he

ambién porque recibió esa llamada hace un momento. Pensaba que ya m

dónde está cada cosa espero que tengas un poco de

— asintió

e algo de ropa para que uses en

ejando a Rachel sola en

*

enojado con todos en ese lugar. Azotó la puerta con fuerza en cuanto llegó al lugar. Su mirada viajó hacia los presentes en

hijos de perra me llamaron — explicó Zaid, a

s — ahora fue el turno de Leonard en mirarlos a ambos

s que están aquí lo harán — se cruzó de brazos y luego caminó hacia donde estaban las puño de acero —. Que

donde nos reunimos los del partido cuando hacemos nuestras reuniones — dijo Leonard,

ceja cuando se dio cuenta de quién era. Era la misma a quien le

én te

Na

n el puño de acero que tenía entre sus manos —. Sí no me dices nombres me veré en la obligación de hacer las cosas a

me mantén antes de vender a mi país co

haré las cosa

*

a que la llamaba era tan conocido

cama buscando las manos que estaban

tá aquí conmigo — su voz se perd

untas otra

o llegaron hasta aquí? — p

esa pregunta y el olor que una de sus amigas siemp

vamos a vivir juntas por un largo tiempo — dijo V

—su corazón estaba la

manos y Valeria hizo lo mismo —. Fuimos vendidas a las tres personas más importantes del país… yo fui vendida al vicepresidente, Vale

so es lo que Carla quiere decirte

ent

da al presidente