Atrapado por el amor, desatado por la venganza
/0/21711/coverbig.jpg?v=9732af27ff4e2df053bc2ca93639e824&imageMogr2/format/webp)
dieron una trampa, destruyeron mi carrera y me enviaron a la cárcel. Durante los s
o, Eduardo, y nuestro hijo, Kael, ap
l, pero todo era una mentira. La fiesta era una celebración sorpresa d
Eduardo me dijo
ijo incluso
-lloró-. Solo d
brevivir al accidente de coche qu
mi propia vida. En el repentino silenc
e en que Selene te pidió
ítu
sta de Abri
Siete años. Siete años desde que era Abril Cárdenas, la abogada de patentes de mente aguda, cuya vida había sido extirpada quirúrgicamen
isitas, pero los susurros ahogados y la quietud repentina sugerían algo diferente. Mantuve
na melodía que había intentado borrar pero que segu
or helado filtrándose en mis huesos. Siete años. Se supo
, vacilante, teñida de una sorpresa que
ando la caja, mis movimientos rígidos, robóticos. Mi
rozando mi brazo. Me encogí, retrocediendo como si me hubiera
n un zumbido sordo, como si el mundo contuviera la respiración. Cada fibra de mi ser me gritaba
otas de polvo que danzaban en el aire. El leve olor a gases de escape de un montacargas dista
a ronca, cargada de incredulidad-. Dijeron...
día decir? ¿Que no estaba lo suficientemente muerta? ¿Que había sobreviv
zcla de conmoción y alivio en su tono-. Selene...
a naturalidad, eran como veneno. ¿Devastada? ¿Lloró dura
do. Más alto ahora, de hombr
un susurro crudo y roto
jé de trabajar. No podía recono
ardo suplicó, acercándose-. Pensamos... pen
r las palabras, pero se atascaron en mi garg
ven rostro grabado con una emoci
favor. Solo
o atravesándome el pecho. La palabra "mamá" se sentía ext
. Debe estar confundiéndome con otra persona. -Cada palabra era una peque
dió como si lo
o. Y este es Kael. Tu hijo. -Señaló a K
que había amado con cada fibra de mi ser. El chic
y sin humor que se sintió frágil
vó mi uniforme de trabajo, la mugre en mis manos, el agotamiento grabado en mi rostro. Su
Su voz estaba cargada de algo que sonaba casi a
ovista de calidez-. La vida que me dejaste, Edua
aberte ayudado -insistió, dando otro paso
a Kael, que ahora lloraba abiertamente, sus hombros temblando. La v
io -dije, mi mirada endureciéndose-. Y tú, Edu
otado, su habitual comportamiento pulcro reemplazado p
, tratando de alcanzarme-. Te
antes de que
' -dije, mi voz una línea pla
las lágrimas aún corr
soy Kael.
ré, mi voz resonando hueca en el vasto es
al drama que se d
¿Ya terminaste
sus rostro
irme, poniendo la última
ablar de nuevo, p
e hacer. Mi turno
o paso, pero le
hay nada para
menzó-, solo habla co
miré, mis oj
yuda? -bufé-. Lo único que puedes ha
dolor. Kael también estaba clavado en el sitio, sus sollozos
ó Eduardo, su voz quebrándose-. El cumpleaño
l recuerdo de lo que solía ser, de lo que
to y empujando la tarima hacia el área de carga-. D
ura final y definitiva. Oí el jadeo entrecortado de Ka