Atrapado por el amor, desatado por la venganza
sta de Abri
il pequeñas agujas perforando mi piel. Podía
la abogada caída en desgracia.
ía gritar. No
. Había corrido a casa, con el corazón hecho una herida abierta, aferrándome a la últim
los, de la universidad, de viajes recientes, miradas íntimas, sonrisas robadas. Un santuario a su "amor", construido justo debajo de mis narices, en la casa que
huesos, más frío que cualquier noche de invierno. *Esto
, lágrimas calientes finalmente corriendo
ué, mi voz ronca
s ojos evitando los míos. No lo negó. Solo se q
de emoción-. Ella regresó. Supe que tenía que estar con ella. -Ofrec
? Mi corazón s
-. Ella te dejó destrozado, Eduardo. Yo te reconstruí. ¿Y así es como m
olo se quedó allí, viéndome romperme,
ndo en ruinas, vi a Kael. Estaba de pie detrás de Selene, aferrado a su pierna. Sus ojos, usualmente llenos d
z pequeña, pero clara como una campana-.
convirtió en piedra. El abandono de Eduardo fue un cuchillo
ez fuerte y vibrante, se convirtió en un lienzo de moretones y cicatrices. Un ataque particularmente bru
lí de la prisión, una sombra de lo que fui, pero con
a, las huellas digitales de su conspiración. Tenía las pruebas. Estaba todo expuesto, claro
e había en mi corazón. Las pruebas, cuidadosamente compiladas, estaban
los frenos
que recuerdo fue el crujido nauseabundo del metal, el rugido del océano
cuerpo roto, mi memoria fragmentada. Me habí
. Viva. Un fantasma
ile se apagaron, reemplazados
Y Eduardo y yo estamos celebrando nuestro compromiso. -Su sonrisa era condescendiente, una fin
do e incómodo, a
Todos hemos seguido adelante. Por favor, no hagas una
aguda y clara-. ¿Crees que puedo "superarlo"? -Mis ojos ardieron en
blanco. Lo sabía.
do de lágrimas, dio un paso adelante. Me agarró
tes-. Solo... finge. Por mí. Por mi cumpleañ
ue los había ayudado a empujarme por ese precipicio. El chico cuyas lágrimas suplicantes una v
e su agarre, lent
riantemente tranquila-. ¿Sentir qué, Kael?
, con los ojos muy abiertos, un horror creciente extendiéndose por sus facciones. Selene, siempre la manipuladora
salón-, que no volvería por esto? -Mis ojos se dirigieron a Selene, luego a Eduar
cada una de mis palabras. Esperaban una escena, y esta