Casarse con el Rival: La Desesperación de Mi Exmarido
lina de
, no salí de mi a
jeron sopa y miradas de lástima, moviéndose de
a "pobre esposa ro
usurr
s susurraban,
a casa vacía durante la subasta, había instalado discretament
la fría luz azul de mi l
se
que Alejandro le daba la espalda. La observé revisar los a
guir siendo l
habitación se
rioso, su presencia succionando inst
ías -espetó, aflojándose la corb
un golpe. No vio lo que había e
mos una cena con la f
-d
con
é di
ta de seda, pero me sentía como si estuviera vestida
. Usaba su altura para intimidar. S
-gruñó-. Haces
alé la puerta-
ilia -dijo au
erifiqué. Sus padres están vivos en el Estado de México. Le debe t
ígido. El color se le fue de las
ucho tiempo, el aire entre n
dijo fin
e golpeó como
bes? -s
de repente desafiante-. Pero me necesita.
o áspero y entrecorta
ú no necesitas a nadie, Catalina. Eres perfecta
con abso
a porque su ego necesitaba ser alimentado. Quería ser un hér
atético
éfono
y su rostro se s
e -dijo-. Sofí
nto a la puerta, había una caja de
jo por encima del hombro-.
f
de diamantes. Caro. Genérico.
ote de basura y l
ro sí iba a ir a la Gala
el archivo de video que acababa de grabar
ón entre Sofía y s
memoria US
ré el
se movió lentamente
puño a su alrededor. El meta
lidez? Iba a reducir
ado. Y esta vez, yo er